Afanosos por NadaMuestra

¿Es la paz realmente posible hoy en día? Cheri emprendió una búsqueda hace 11 años para descubrirlo. Esto es lo que descubrió durante su travesía: 

Lo recuerdo vívidamente. El día que decidí que ya no podía vivir así.

Aquí estaba yo, una devota seguidora de Cristo, respondiendo a la vida como todos los demás. Vivía en el miedo y la preocupación, sin embargo, ¡sabía qué no debería ser así! Constantemente leía en la Palabra de Dios el no tener miedo ni estar angustiado por nada. ¡Pero eso sonada imposible!

Dios tiene mucho que decir en la Biblia sobre el miedo y su antídoto: la paz. Una vez, Jesús y sus discípulos estaban en una barca cruzando el mar de Galilea cuando una tormenta furiosa amenazaba con hundirles. Todos lucharon para mantenerse a flote, y, ¿qué estaba haciendo Jesús? ¡Estaba profundamente dormido! Justo en medio de una tormenta.

Los discípulos preguntaron, «¡Maestro!, ¿no te importa que nos ahoguemos?» Jesús se levanto y reprendió la tormenta, y todo se calmó completamente. Después preguntó a sus discípulos «¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe? Marcos 4:40 NVI

Eso resume bastante bien las conversaciones que estaba teniendo con Dios. Podía sentir que Él me preguntaba por qué tenía miedo, y yo respondía, ¿No es obvio? ¡Mira mis circunstancias! ¿Quién no tendría o no podría tener miedo?

En mi búsqueda de la paz, varias cosas se volvieron muy claras.

1. Mis circunstancias fueron determinando mi nivel de paz. Si las circunstancias de la vida eran buenas, entonces estaba en paz. Si las tormentas me rodeaban, estaba estresada, angustiada, y cansada todo el tiempo—agotada de mis emociones. Era igual que los discípulos en la tormenta, dañada, y confundida porqué pensaba que a Dios no le importaba. Pero Jesús me llevo al siguiente punto.
2. Jesús estaba intentando enseñarme que la paz es posible, sin importar la tormenta..¿Te identificas con esta batalla? ¿No es fácil verdad? Todavía estaba luchando por entender como Jesús podía esperar que yo experimentara paz en la tormenta, preguntándome si a Él de verdad le importaba, cuando me di cuenta de mi siguiente punto de avance. 
3. Mis tormentas revelaban mi nivel de confianza. La paz no significa que todo vaya bien en tu vida. Significa estar en paz cuando las tormentas sacuden tu vida. No había aprendido a confiar en Dios y a encontrar la paz incluso en esas tormentas. ¿Todavía no te has golpeado con esa pared?

Era obvio que tenía espacio para crecer. Pero estoy aprendiendo que el camino hacia la paz se encuentra confiando y fijando nuestros pensamientos en el Único que nunca se inquieta por las tormentas. No pasó de la noche a la mañana, pero poco a poco, más paz y descanso rejuveneció mi cansada alma. 

-Cheri