Mis batallas por ganarMuestra
Las pruebas como testigos
Si uno mira el pasaje, piensa: ¿cómo podemos medir nuestra fe si no tenemos como probarla? El «instrumento» para medir nuestra fe no es la altura de nuestras manos los domingos en la alabanza, ni la cantidad de versículos leídos en un año. Tampoco son los testimonios de las batallas de otro ni la cantidad de años sirviendo en la iglesia.
La fe se mide «in situ»; es como una prueba de esfuerzo para chequear el corazón. No se puede «hacer como si». En el caso del funcionamiento del corazón hay que llevarlo a una situación de esfuerzo controlado, por eso hay que pedalear hasta que el cuerpo llegue a un pico de esfuerzo. Los cables que nos conectan sirven, no solo para saber los resultados, sino también para vigilar durante el proceso cómo reacciona nuestro cuerpo. Es un esfuerzo controlado.
Las pruebas son la prueba de esfuerzo de la fe. Quien controla el proceso, el esfuerzo, es Dios. Él sabe hasta dónde podemos aguantar, y se ocupa de nuestra salud en el proceso.
El pastor de Gales, Selwyn Hughes dice: «Los problemas son solo pruebas temporales que nos preparan para triunfos más permanentes». A veces se viven como eternos. Yo tuve ganas de decirle al médico: «Para, me bajo, desenchufa todo, ¡no puedo más!» ¿Y a ti?
Este pasaje viene a nuestro rescate. Es Dios diciéndonos: «Vamos, falta menos, la prueba está saliendo bien. Yo tengo el control y cuando termine, tu fe será mejor y tus resultados más grandes y permanentes. No mires el suelo, mira hacia delante. Es hacia ahí hacia donde vamos. No te enfoques en dónde estamos.»
Es un buen día para ponerse las zapatillas de correr. Dios está al control. No seremos vencidos, disfrutaremos la victoria, porque es suya, y entonces, nuestra.
Escritura
Acerca de este Plan
La imagen más común de un guerrero podría ser de pie, junto a su vencido, mostrando su poder, disfrutando su victoria. No es así en el Reino. Ganamos las batallas que nos encontramos de rodillas y en el lugar correcto. Arrasadoramente humildes, extremadamente honestos, absolutamente vulnerables, delante de Aquel que ganó por nosotros la más grande de todas las batallas
More