Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

Esteban se había preparado. Sabía que Dios tenía un propósito con su vida y no quiso ser del montón. Quiso sobresalir haciendo lo que Dios quería y haciéndolo bien.  Esteban tenía buena reputación, era servicial y trabajador, pero además estaba lleno de sabiduría, de fe y del Espíritu Santo. Seis grandes cualidades con las que Dios puede usarnos al máximo. Los milagros eran algo habitual en Esteban y los realizaba “en medio del pueblo”. No se escondía, porque estaba “lleno de gracia y de poder”. Era tal su pasión por el Espíritu Santo que a través de él Dios obraba “grandes prodigios”. Y no sólo era poderoso en obras milagrosas, también sabía argumentar y persuadir predicando la Buena Noticia con una sabiduría inigualable. Una sabíduría fuera de lo común, que procedía del Espíritu Santo. Como no hallaron forma de rebatirle ni de denunciarle, recurrieron a la calumnia para deshacerse de él. Le llevaron al Sanedrín de Jerusalén. Pero allí, Esteban no se arredró. Siguió lleno del Espíritu Santo y dando testimonio de Jesús. Por eso su rostro brilló como el de un ángel.

- ¿Cuáles son las altas cualidades que Dios pone como modelo para servirle?
- ¿Qué hábitos cotidianos podemos desarrollar para que los milagros sean frecuentes en nuestra vida?
- Gracias Señor por ponernos a Esteban como modelo que seguir y repetir para que muchos te conozcan hoy como el Dios de los grandes milagros.