Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

En Damasco, Jesús habló en visión a Ananías para que fuera a por Saulo y sanarlo. A lo que, con total sinceridad, Ananías le responde a Dios diciéndole que cómo podía enviarle a encontrarse con alguien que era un asesino del pueblo de Dios. No entraba en los planes de Ananías poder bendecir a un enemigo de Dios. Cuantas veces, como Ananías, oramos por personas cercanas a nosotros esperando los milagros de Dios en ellas, pero no hacemos lo mismo por nuestros enemigos. Pero el Señor Jesús fue claro con Ananías: “ve, porque instrumento escogido me es éste para dar a conocer mi nombre a las naciones". Ananías, yendo hacia Damasco, le dijo "hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo”. Quizás fue una de las decisiones más complicadas en la vida de Ananías, e incluso quizás fue de mucha confusión al no entender el propósito de Dios en esa persona tan despreciable para él. Pero Dios tiene planes por encima de nuestros pensamientos, de bien para todos. Dejémonos usar por él sin excusas. Seamos canal de su gracia, que es ilimitada para todos.

- ¿Conoces a alguien como Saulo, aparentemente fuera del alcance de la salvación del Señor y al que te cueste compartir tu fe?
- ¿Te gustaría responder al llamado del Señor como Ananías: ¡Aquí estoy Señor!, y ver una vida transformada, con la que Dios revolucione la historia, por un acto de tu obediencia?
- Gracias Dios por haberte hecho hombre y morir en una cruz para salvarnos. Gracias porque por tu Resurrección podemos tener una vida plena y totalmente nueva, llena de tu amor y tu perdón. Señor Jesús, llénanos de tu Santo Espíritu para vivir agradándote en todo y consolida en nosotros un corazón que responda a tu llamado: ¡Aquí estoy Señor!