Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

Cuando logramos hacer de nuestro tiempo devocional un hábito, es usual que con el tiempo llegue a ser algo común en nuestra rutina diaria. Pero la historia de Pedro en estos versículos nos demuestra que nuestros momentos de oración a Dios pueden convertirse de algo cotidiano a algo extraordinario en el momento menos esperado. Fue a través de una necesidad cotidiana en la que Dios decidió transformar para siempre la perspectiva que Pedro tenía sobre el Reino de Dios y sobre su llamado. Pedro tuvo hambre, y en su visión Dios lo llamaba a satisfacer su hambre consumiendo la carne de animales que eran considerados impuros dentro de la cultura judía. De esta manera, Dios enseñó a Pedro, y también a nosotros, a que estemos siempre atentos en nuestro corazón a escuchar la voz de Dios en todo momento, y siempre listos para ver las maravillas de Dios. Él no sólo actúa en los momentos de nuestro día que le dedicamos exclusivamente, sino también en medio de las actividades más comunes y cotidianas de nuestra rutina. Jesús cambió radicalmente la vida de muchas personas haciendo milagros que irrumpían en lo cotidiano de quienes recibieron el milagro.

- ¿En qué momentos de nuestro día nos sentimos abrumados por las distracciones que hay a nuestro alrededor?
- ¿Qué área de nuestra vida cotidiana necesita la intervención sobrenatural de Dios?
- Gracias Jesús por llegar a mi vida en el momento menos esperado para mí, pero perfecto para tus planes. Ayúdame a que las distracciones y rutinas de mi día no me impidan ver que continuamente estás obrando a mi favor.