Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

La vida de cada cristiano siempre está marcada por cambios de 180 grados. En el momento en el que aceptamos el amor de Dios a través de Jesús, pasamos de muerte a vida, de tinieblas a luz; y comenzamos a dirigir nuestra vida en una dirección totalmente diferente a la que íbamos. De la misma manera en la que Pablo dio un giro de 180 grados en su viaje misionero al recibir esa visión milagrosa, nosotros también debemos estar dispuestos a que Dios intervenga y lleve nuestra vida a una dirección desconocida. Cuando Pablo decidió dirigirse a Macedonia, sin saber lo que le esperaba, estaba totalmente convencido de que Dios tenía un plan asombroso. Si él no hubiese sido flexible para caminar en la dirección en la que Dios lo llevaba, miles de personas en Macedonia no habrían podido escuchar de Jesús. Dios quiere aventurarnos a lo desconocido y hacer milagros a través de nosotros. No permitamos que nuestra poca flexibilidad y falta de disposición para ir a lugares que no estaban dentro de nuestros planes sean un impedimento para poder ver a Dios hacer maravillas en la vida de otras personas a través de nosotros.

- ¿Cuántas veces han sido más grandes los planes de Dios para tu vida que tus propios planes?
- ¿Cómo podemos estar siempre preparados para ser flexibles ante las circunstancias que Dios permite que enfrentemos y escuchar la dirección que quiere que tomemos?
- Jesús, tú eres el mejor ejemplo de siempre estar dispuesto a servir a los demás. Ayúdame a siempre estar dispuesto a cambiar mis propios planes cuando me llames a bendecir la vida de los que me rodean.