Vivir renovado: Conversaciones con DiosMuestra
Grandes Oraciones
La mayoría de personas pueden decirte lo que desean si tuvieran tres deseos. Pero, por alguna razón, no pedimos grandes cosas en oración.
Dios no es el genio de la lámpara quien está esperando a darnos exactamente lo que queremos, cuando lo queremos. Pero, Él sí contesta grandes oraciones. Él partió en dos el Mar Rojo, hizo que el sol se detenga, y resucitó a los muertos. Tenemos pruebas a través de la Biblia que Dios realiza milagros, pero no vivimos como si supiéramos que podemos pedirlos.
En ocasiones, no pedimos porque tenemos miedo de decepcionarnos. O cuando no vemos resultados inmediatos, dejamos de pedir. Pero a veces no pedimos porque no queremos ceder el control y reconocer que no podemos hacerlo solos.
El asunto es que, sin oraciones audaces, no podemos reconocer cuando suceden los milagros. Y si no pedimos con fe cosas grandes, Dios no puede llevarse la gloria cuando llegan.
Él realiza milagros grandes y pequeños cada día. Cuando empezamos a reconocer Sus movimientos, somos capaces de mirar atrás en nuestras vidas y ver la fidelidad de Dios. Al hacer oraciones grandes, somos capaces de ver a Dios como un Padre poderoso que quiere darnos buenos regalos.
Pero nuestras montañas no siempre se mueven. Y no es porque no lo hayamos pedido o no hayamos creído lo suficiente. A veces Dios elige moverse de maneras que no entendemos ni esperamos.
Mi familia pidió y creyó en la sanidad de mi cuñada, y estuvimos devastados cuando falleció. Pero olvidamos que Dios sí la sanó. No de la manera en que nosotros queríamos, sino como Él decidió hacerlo. Él la llevó a su casa y la curó completamente, no sólo parcial o temporalmente.
A veces Dios mueve una montaña un centímetro al día, y a veces un kilómetros en un instante. No podemos decidir el momento o el resultado, pero podemos elegir confiar en Su bondad y fidelidad. Podemos seguir pidiendo con fe y creer que Él puede y va a responder a nuestras grandes oraciones.
Práctica- Pídele a Dios que te muestre algo que deseas y que no puede hacerse sin Su ayuda. No temas ser específico y pedir lo que parece imposible. Comienza a orar por ello constantemente y observa la respuesta de Dios.
Escritura
Acerca de este Plan
Muchas de nosotras queremos tener una relación más cercana con Dios, pero no sabemos dónde empezar. Cuando otras personas sugieren la oración, se siente muy formal, intimidante o ineficaz. Este Plan nos ayudará a conocer a Dios más íntimamente y experimentar el poder de la oración con ejemplos tangibles diarios de cómo tener conversaciones más significativas con Dios.
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