Vivir renovado: Conversaciones con DiosMuestra
Alabanza y acción de gracias
Si acabas de empezar a hablar con Dios, la oración todavía puede sentirse incómoda. Incluso si has estado orando por años, a veces puede ser difícil empezar.
Una buena y sencilla manera para comenzar una conversación con Dios es dando gracias. Después de todo, ¡a todos nos gusta sentirnos apreciados!
Da gracias a Dios por tu casa, tu automóvil, y por el trabajo que amas. Dile que estás agradecida por el aire que respiras, tu buena salud, y la familia que te vuelve loca. Dale gracias por la guía y aliento a través de Su palabra en la Biblia. Y agradécele por enviar a Su hijo Jesús a morir una muerte que Él no merecía para darte el regalo, que nunca podrías obtener, la vida eterna.
Cuando damos gracias a Dios, estamos reconociendo Su poder, Su presencia, y Su provisión en nuestras vidas. Cambia la forma en que lo percibimos, y cambia la forma que vemos nuestras circunstancias. Aún, cuando las cosas son difíciles, es imposible meditar y revolcarse en todo lo negativo cuando estas alabando a Dios por quién Él es y todo lo que ha hecho. Dar gracias a Dios nos obliga a dar la espalda a nuestro dolor interno y mirarlo a Él. Cuando nuestros ojos se enfocan en Él, todo lo que podemos ver es Su grandeza, y nos recuerda que ninguno de nuestros problemas son tan grandes para nuestro Dios poderoso.
Al alabar a Dios, cambiamos la forma en la que nos acercamos a Dios. Decir gracias por lo que tenemos antes de pedir algo más permite que alineemos nuestros corazones con el de Él. Nos ayuda a tener una postura de humildad y elimina nuestro sentido de derecho para que incluso cuando no recibamos lo que pedimos, recordemos Su carácter, Sus promesas, y Su amor por nosotros.
Comenzar una oración dando gracias a Dios es una forma de rendirse. Es una confesión voluntaria de que no se trata de nosotros, todo se trata de Él. Cambia nuestro enfoque hacia el cielo y profundiza nuestro afecto por nuestro Dios.
Practicar- Comienza un nuevo hábito de contarle a Dios una cosa por la que estés agradecida, y comprométete a hacerlo cada semana o incluso todos los días. Escribe tu lista en una nota en tu teléfono, comienza un diario de gratitud, o publícalo en las redes sociales para que cuando mires atrás, reconozcas fácilmente Su fidelidad.
Acerca de este Plan
Muchas de nosotras queremos tener una relación más cercana con Dios, pero no sabemos dónde empezar. Cuando otras personas sugieren la oración, se siente muy formal, intimidante o ineficaz. Este Plan nos ayudará a conocer a Dios más íntimamente y experimentar el poder de la oración con ejemplos tangibles diarios de cómo tener conversaciones más significativas con Dios.
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