Vivir renovado: Conversaciones con DiosMuestra
Escuchando
La oración no consiste sólo en hablar con Dios. También consiste en sentarse en silencio y escuchar. Hay tanto ruido en el mundo que cuando se acalla, puede ser un poco desconcertante. Tenemos que aprender a aceptar el silencio si queremos escuchar la voz de Dios.
Sin embargo, escuchar no es algo pasivo, es activo. Requiere una decisión consciente de sintonizar con aquel que está hablando. Si alguna vez has estado tan concentrado en algo que te has perdido lo que dice la persona que está a tu lado, sabes a lo que me refiero. Podemos estar tan concentrados en lo que le decimos a Dios que nos olvidamos de escuchar lo que Él quiere decirnos.
Dios está hablando todo el tiempo. Él habla a través de películas, de la naturaleza, y mensajes de amigos. Cuando sientes que tu pastor te habla directamente a ti o tienes una revelación leyendo tu diario antiguo, eso es Dios hablándote. No hay método fuera de Su alcance.
Afortunadamente, cuando no estamos seguros de que lo que oímos proviene de Dios, podemos comprobarlo. Si se alinea con el carácter de Dios y con lo que dice en la Biblia, entonces es probable que sea Él. Cuando escuchamos un discurso negativo sobre nosotros mismos o mentiras del mundo que no se alinean con las Escrituras, podemos desecharlos sabiendo que no provienen de Dios.
A veces, cuando escuchamos, no oímos nada. Eso no significa que Dios no esté hablando. Podría significar que Él está tratando de preparar nuestros corazones o enseñarnos algo en la espera. Tal vez estamos enfocados en la dirección equivocada o simplemente no sabemos cómo reconocer Su voz.
Afinar tu oído a la voz tranquila y silenciosa de Dios requiere práctica. Cuanto más te familiarices con Su carácter y Su Palabra, más fácil será identificar cuando Él está hablando. No te desanimes en el proceso. A Dios le agrada que lo estés intentando. Incluso cuando el silencio es incómodo, continúa inclinándote y escuchando Sus susurros.
Práctica- Separa 10 minutos para escribir en tu diario mientras oras hoy. Si tienes preguntas, llévalas a Dios y pídele que te revele las respuestas. Si no se te ocurre nada, simplemente pregúntale: "¿Me ves?" Escribe lo que piensas, lo que sientes y lo que te dice tu corazón. Luego, reflexiona sobre lo que has escrito y determina si se alinea con quién es Dios y con lo que dice en la Biblia.
Acerca de este Plan
Muchas de nosotras queremos tener una relación más cercana con Dios, pero no sabemos dónde empezar. Cuando otras personas sugieren la oración, se siente muy formal, intimidante o ineficaz. Este Plan nos ayudará a conocer a Dios más íntimamente y experimentar el poder de la oración con ejemplos tangibles diarios de cómo tener conversaciones más significativas con Dios.
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