Escuchando a DiosMuestra

Cómo Dios llama nuestra atención

Cuando caminamos en el Espíritu, alertas a la voz de Dios, escuchamos lo que Él nos está diciendo como parte natural de nuestro caminar espiritual. Esta es la vida cristiana, vivir profundamente receptivo a la voz de Dios de cualquier manera que Él elija para hablarnos.

Desafortunadamente, también hay momentos en los que elegimos hacer las cosas a nuestra manera. Como resultado, nos dirigimos en una dirección que nos lleva al desastre o a la decepción. Aunque Dios nos está hablando, nosotros no estamos escuchando. No estamos sintonizados con Él.

En estos tiempos actuales, Dios a menudo utiliza medios inusuales para llamar nuestra atención. Se destacan entre ellos:

1. Un espíritu inquieto — Dios ha usado en varias oportunidades mi falta de sosiego para dirigirme en mi vida. Cuando miro hacia atrás en mi vida y ministerio, puedo ver claramente que cada vez que Dios me movió de un ministerio pastoral a otro, varios meses antes, me hizo sentir inquieto. Esa inquietud me llevó a buscar a Dios para que, cuando llegara el momento, estuviera listo para escucharlo.

2. Una palabra no solicitada de otra persona — Si bien no siempre los mensajes de otros son positivos, recuerdo una situación en particular en la que una persona me dijo algo que fue muy alentador. No esperaba ningún cumplido o palabra de afirmación de aquella persona, aunque yo necesitaba uno desesperadamente en ese momento. Cuando le pregunté al Señor al respecto, me dejó ver que se preocupaba tanto por mí que usó a alguien que era casi un extraño para decirme eso, a fin de sorprenderme para que le prestara atención.

3. Circunstancias inusuales (tanto malas como buenas) — Las circunstancias pueden prepararnos para abrir nuestros corazones a Dios y dirigir nuestra atención completamente hacia Él. Si bien no todas las circunstancias son causadas por Dios, he visto numerosos ejemplos en mi ministerio de enfermedades, accidentes, bancarrotas, divorcios y bendiciones inusuales de abundancia que ponen a las personas de rodillas y en una plena confianza en Cristo, a veces por primera vez en sus vidas.

4. Oraciones sin responder — Si bien Dios contesta muchas de nuestras oraciones de la manera que deseamos, a veces demora una respuesta o contesta una oración con un "no" definitivo para llamar nuestra atención o evitar que nos desviemos del camino. Él sabe que cuando todas nuestras oraciones parecen ser respondidas, podemos volvernos complacientes y simplemente navegar por la vida sin escuchar lo que Él desea decirnos.

No existen los accidentes con Dios. El Padre puede usar muchos métodos diferentes para llamar nuestra atención y mantenernos alineados con Su voluntad para nuestras vidas. Pero siempre debemos recordar que Él sabe exactamente qué es lo mejor para nosotros, y nunca dejará de tratar de comunicarse con nosotros para poder guiarnos hacia los maravillosos planes y propósitos que tiene guardados para cada uno de nosotros (Jer. 29:11).