Escuchando a DiosMuestra

Dios tiene algo que decirte

Una de las lecciones más importantes que tú y yo podemos aprender es cómo escuchar a Dios. En nuestras complejas y ajetreadas vidas, nada es más urgente, nada es más necesario, y nada es más valioso que escuchar lo que Dios tiene que decirnos como cuerpo de creyentes y como individuos.

Puedes preguntar, "¿Pero realmente Dios nos habla hoy?" La Biblia nos asegura que Él lo hace. El libro de Hebreos abre este camino: "Dios, después que Él habló tiempo atrás a los padres en los profetas en muchas porciones y maneras, en estos últimos días nos ha hablado en su Hijo, a quien nombró heredero de todas las cosas, a través de quien también hizo el mundo" (Heb. 1:1-2).

Nuestro Dios no es un Dios sin palabras. Él esta vivo y activo en nuestro mundo—¡y Él habla! Además, Él no nos habla poniendo un velo, acertijos o misterios. Él nos habla con claridad. La meta principal de cualquier comunicador no es hablar bien, sino ser escuchado. Dios habla de manera que lo podamos escuchar, recibir su mensaje claramente, y entender con precisión lo que quiere que hagamos.

Dios habla en términos generales y absolutos a todas las personas, y Él habla a cada uno de nosotros personalmente. Difícilmente podemos comprender esa posibilidad con nuestras mentes finitas. Dios es un Dios infinito, y Él es capaz de comunicarse con cada uno de nosotros justo donde estamos, en medio de nuestras circunstancias o crisis actuales -- en términos muy personales, directos y explícitos.

Puede que este sea el concepto más importante que puedes entender para aprender cómo escuchar a Dios. Cuando Dios habla, Él te está hablando a ti. Todo en la Biblia aplica a tu vida de alguna manera. Cada mensaje que está basado en la Palabra de Dios tiene una verdad incrustada que es para ti. No hay ni un capitulo en la Biblia, o un sermón basado en la Palabra de Dios, un libro que exponga o explique la palabra de Dios que no sea para ti. Cada uno de nosotros debemos tomar la Palabra de Dios personalmente.