Duelo con esperanza después de un aborto espontáneo por Adriel BookerMuestra
Día tres
Belleza por cenizas
Escritura: Isaías 61:3
Mientras estás de luto te encontrarás con esto: Algunos días tendrás la fuerza para sumergirte en Jesús y Él estará allí. Otros días, apenas vas a poder dar un codacito en Su dirección y Él también va a estar allí. La gracia de Dios es suficientemente grande para ambos.
No depende de nuestra fuerza, resistencia, precisión o músculo espiritual. Todo lo que se requiere es nuestro más mínimo deseo, nuestro más débil sí y Él nos atrae. Nuestra debilidad libera Su fuerza. Su poder se manifiesta en nuestra dependencia. Las personas tienen una notable habilidad para soportar las dificultades cuando recurren a su fuerza interior, pero cuando la fuente de tu fuerza interior viene de algo o Alguien más grande que tú, la reserva es mucho más grande de lo que te atreves a imaginar.
El sufrimiento no escoge al débil o al fuerte, al fiel o al infiel. Escoge lo humano. Cuando eres atrapada por olas que son más grandes que tu capacidad para permanecer en la superficie, debes permitir que tu corazón sienta el dolor hasta el fondo, para que así, puedas ver que aún sigues viva. Todavía hay esperanza. Es desde el fondo que podemos comenzar a sanar nuestro camino de vuelta a la superficie. El corazón humano es frágil, sí, pero también es más resistente de lo que creemos.
Lo profundo no es nuestro enemigo ni algo que debamos resistir. Pero nos llama la atención. Sin importar qué forma pueda tomar, el sufrimiento siempre reclama nuestra atención. No se aliviará por comparación con uno mayor o menor, ni siquiera por tu percepción. Tu dolor es tu dolor y merece ser reconocido, por lo que es, porque es ahí donde comienza la sanidad.
Nombrar nuestro sufrimiento no significa definirse por él. Al contrario, significa que honestamente reconocemos nuestra necesidad en la presencia de Jesús. Nuestra humildad nos libera para recibir Su gracia. Es Su belleza por nuestras cenizas, el gran intercambio, la respuesta de Dios para nuestro dolor.
Nuestro sufrimiento actual es el mejor recordatorio de que la vida reparte más de lo que podemos manejar, que es exactamente el por qué necesitamos a Jesús.
¿Has sentido la fuerza para “sumergirte en lo más profundo”? (¿Por qué o por qué no?) ¿De qué manera tu dolor ha impactado tu relación con Dios?
Escritura
Acerca de este Plan
Este devocional te invita a sentir, a luchar y a estar consciente del sufrimiento después de haber tenido un aborto espontáneo o cualquier otra pérdida. También, las voces de otras mujeres te edifican y alientan contándote que el dolor y las lágrimas pasan. Dónde sea que te encuentres en este proceso de duelo por la pérdida de un bebé, oro para que, a través de estas palabras, la gracia de Dios entre a tu vida. Sumerjámonos juntas.
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