Viajando con Jesús - Devocional de Cuaresma de 40 díasMuestra

Se le menciona sólo de pasada. Aun así, en la Biblia se lo conoce por su nombre: Simón de Cirene.

A pesar de haber sido forzado por los soldados romanos a llevar la Cruz, ¿habría estado dispuesto a ayudar a Jesús por su propia voluntad?

Al llevar la cruz, Simón de Cirene se convirtió en la última persona que ayudó a Jesús. Sin darse cuenta replicó la enseñanza de Jesús que cualquiera que quiera seguirle, debe tomar Su cruz. En este caso, no fue la cruz de Simón, pero igual tuvo un costo. Probablemente fue ridiculizado y abucheado. Tal vez recibió un latigazo de los soldados romanos. La cruz, por supuesto, era pesada y el camino era largo. Aun así, caminó con Jesús. 

Al ser la última persona en ayudar a Jesús, Simón es recordado durante la posteridad. 

Sin duda, la vida de Simón debió haber sido alterada para siempre. Él vió a Jesús de cerca, quebrantado y golpeado, aunque tambaleante, dando un paso tras otro. Sin profesar ni una palabra en protesta. 

No había manera en que él salga de ese encuentro sin ser cambiado.

Aplicación

¿Estoy dispuesto a ser incorporado a una historia que es más grande de la que he planeado? ¿Estoy dispuesto a tomar mi cruz y seguir a Jesús por caminos inesperados? ¿Confío en que Él caminará a mi lado?

Inclínate

Jesús, quedo asombrado por Tu fortaleza y Tu gracia mientras subías al Gólgota. Aun en esa coyuntura, tú le diste a Simón una oportunidad de tener un profundo encuentro personal contigo. Entrelazaste su historia con la Tuya que es mayor. Cambiaste la vida de un desconocido visitante de Jerusalem al incluirlo en la narrativa del más grande relato de amor de la historia. Amén