El Mundo Dice GrisSample

Degradación progresiva

Uno de los daños más grandes al evangelio es cuando el cristiano se mezcla con las prácticas de este siglo presente. No me refiero a los pecados como robar, adulterar, asesinar o consumir algún tipo de droga, pues estos pecados y cosas semejantes la mente misma los relaciona con una condenación inmediata. Sin embargo, existen otros tipos de pecados que están siendo tolerados por la sociedad, por lo cual los mismos comienzan a formar parte de la vida cristiana.

Se ha dicho: «Ya no hay cosas buenas ni malas. Ahora todo depende de la manera en que ‘Yo’ vea las cosas o crea en ellas». 

¿Cómo podemos enfrentar esta realidad con la Palabra, y a la vez ser comprendidos por un mundo que ha dejado de ser cristiano? 

En Filipenses 2:15 encontramos la siguiente declaración: «Una generación maligna y perversa irreprensibles y sencillos ... sin mancha». Esta es una acertada declaración de lo que debe ser nuestro estilo de vida y como meta y resultado resplandeceréis «como luminares».

La degradación de la vida de las personas ha sido progresiva a través de las generaciones. Hoy en día la descripción paulina de: «maligna y perversa» es más real que nunca. Por eso la gran responsabilidad de la iglesia de señalar con toda claridad el camino a seguir.