Afilando mi espadaSample

En Apocalipsis capítulo 18, se describe la caída de Babilonia, una ciudad que simboliza el sistema de corrupción y pecado del mundo. La proclamación de su destrucción es anunciada por un ángel fuerte, quien declara el juicio de Dios sobre esta gran ciudad, que se había enriquecido a costa de la maldad y la explotación. La caída de Babilonia representa el fin de un sistema que vive en oposición a los valores del Reino de Dios, y la llamada a salir de ella es un llamado a evitar su pecado y su condena.

Que esta lectura nos lleve a reflexionar sobre los sistemas y valores que gobiernan nuestro mundo y a evaluar nuestra fidelidad a Dios, buscando vivir conforme a Su justicia y verdad.

Apocalipsis 18 nos presenta una escena poderosa y conmovedora: la caída de Babilonia, que simboliza el colapso de un sistema mundial lleno de corrupción, inmoralidad y opresión. El lamento de los reyes, comerciantes y marineros revela la tristeza de aquellos que se beneficiaron de su riqueza y poder.

Este pasaje nos confronta con la realidad de que las riquezas y el poder del mundo son efímeros. A menudo, nos sentimos atraídos por lo que el mundo ofrece: comodidad, éxito y reconocimiento. Sin embargo, Apocalipsis 18 nos recuerda que todo lo que no esté alineado con la voluntad de Dios eventualmente caerá.

La caída de Babilonia también trae esperanza para los creyentes, aunque el juicio es severo, nos recuerda que Dios es un Dios de justicia y que su plan para redimir a su pueblo está en marcha. Estamos llamados a ser un pueblo que vive con una perspectiva eterna, invirtiendo en lo que tiene valor eterno y proclamando el reino de Dios en un mundo que a menudo se opone a él. Nuestra fidelidad al Cordero nos asegura que, aunque el mundo se desmorone, nuestro futuro está asegurado en Cristo.