La duda en la vida cristiana

La duda es una característica de nuestra humanidad. Surge en momentos de incertidumbre, peligro o debilidad, y no es algo que podamos eliminar completamente de nuestra vida. Sin embargo, la fe es el antídoto que Dios nos ha dado para combatirla. Así como la duda proviene de nuestra carne, la fe es fruto del Espíritu, y con ella podemos mantenernos firmes incluso cuando enfrentamos situaciones adversas.

Algunos han dudado de su fe, de todo lo que han creído por años. El enemigo busca sembrar duda en nuestros corazones con respecto a nuestra fe. Vemos noticias, escuchamos a compañeros, vemos cómo pasan cosas negativas y la fe comienza a menguar. De repente nos comenzamos a sentir perseguidos, cansados de cruzar un desierto, a sentir el viento y la marea muy fuertes a su alrededor, o simplemente su mente no puede creer en que Dios podrá resolverlo. Si usted está experimentando esto, por favor preste atención a lo que el Espíritu Santo quiere decirle.

Dios conoce nuestra debilidad y nos llama a depositar nuestra confianza en Él, incluso cuando las circunstancias parecen desalentadoras. Al estudiar ejemplos bíblicos como Elías, Pedro y Tomás, aprendemos que no estamos solos en esta lucha, pero también que Dios nunca nos abandona en medio de ella.

¿En qué áreas de tu vida sientes que la duda ha tomado protagonismo? Reconoce que es parte de nuestra humanidad, pero también recuerda que Dios nos da la fe para superarla. Hoy, identifica esos momentos donde la duda ha sido más fuerte y pide al Señor que fortalezca tu espíritu.