Cosas Que Me Destruyen 6+1Sample

"La lengua mentirosa"

Hay tanto que decir acerca de las mentiras. De hecho, así comenzó todo; Adán y Eva sucumbieron ante la palabrería de Satanás; lamentablemente, seguimos sucumbiendo ante muchísimas mentiras, pero peor aún, ahora nosotros somos los encargados de decirlas.

Leemos claramente en la carta del apóstol Santiago, la descripción mas acertada con referencia a la lengua. Podríamos pensar que en la actualidad el mundo esta tan acostumbrado a las falsas palabras que una más, no haría diferencia, tan es así, que algunas estadísticas nos dicen que las personas decimos casi 2 mentiras al día, 3 mentiras en una conversación de 10 minutos en promedio. Si bien es cierto que (me atrevo a decir) nosotros los cristianos estamos separados de esas estadísticas, puesto que sabemos que es pecado mentir, y que Dios aborrece la lengua mentirosa, también es verdad que se ha hecho algo común en el pueblo del Señor.

Hay mentiras entre nosotros, hay mentiras a nosotros mismos, mentimos al platicar o hablar sobre nuestra vida por el temor de que alguien nos juzgue, pero lamentablemente también existe la mentira desde las plataformas donde se predica la Palabra de Dios, etc. etc.

La Biblia nos muestra la cotidianeidad con la que nuestras palabras son de poca o casi nula bendición, pensamos equivocadamente que las mentiras pueden resolver problemas, puedes sacarnos de alguna situación incómoda o incluso peligrosa o riesgosa, sin embargo, la mentira no puede subsistir sin más mentiras, un testimonio falso debe estar sostenido con algo que consecutivamente será falso también, y así, se creara una bola de nieve y literalmente de mentiras, hasta el punto de ser insostenibles.

Las mentiras prolongadas, o llenas de más y más mentiras, algún día saldrán a la luz, porque no hay nada oculto que no haya de conocerse. Los resultados no pueden ser positivos de ninguna forma; lo que en algún momento pareció una buena idea, se volverá contra nosotros tarde o temprano, causando desilusión, decepción, traición y adversidad.

¿Cómo podemos bendecir a nuestro Dios y Padre con la misma boca con la que maldecimos, amenazamos, denigramos, ofendemos y nos burlamos a través de las mentiras? Seremos entonces los más grandes hipócritas sobre la Tierra. ¡Sí!, sobre la Tierra, porque en el reino de los cielos no hemos engañado a nadie. ¡Ouch!

Santiago nos enseña que la lengua es un mundo de maldad, algo terrible que puede ocasionar las peores tragedias a través de las mentiras, puede ser un mundo de maldad absoluta, contamina nuestro cuerpo, nuestra alma, a quienes nos rodean y conduce a una vida espiritual absolutamente precaria puesto que es inflamada por el infierno. Pero, ¿entonces? ¿Deberíamos dejar de hablar? ¿Deberíamos de quitar de nosotros ese miembro? Al parecer se nos enseña que hacemos mas mal al hablar que al quedarnos con la lengua encarcelada en la boca. La clave esta al final del versículo (es inflamada por el infierno); Esto nos da la más clara luz para saber que mientras nosotros estamos entregados a Cristo, al amor a Dios, a la obediencia y al respeto por el reino de los cielos, entonces no puede estar inflamada por el infierno, sino por el reino celestial. ¡Así es! Hay una práctica y consecuencia absolutamente destructiva si nuestra alma esta contaminada por el mundo y nuestro corazón alberga el modo de vida de quienes no son parte del cuerpo de Jesús; y hay una práctica y resultados extremadamente positivos al usar la lengua en bendición, en sinceridad, en honestidad; lejos de las calumnias, los chismes, los falsos testimonios.

Dejar de decir mentiras es algo absolutamente posible, es algo que debería ser un distintivo de tu vida espiritual, y si, muchas ocasiones puede costarte todo, pero vale mas ser limpio por la sangre de Cristo y estar a cuentas con Dios, que intentar salir de los problemas o adversidades mintiendo, como lo hemos explicado, nada bueno saldrá de ahí.

Luchemos por evitar que Dios encuentre en nosotros cosas que aborrece, volvámonos al Señor como hombres y mujeres valientes, consagrados, pero ademas de todo, conscientes de nuestra forma de vivir, ya que eso evitará que la lengua mentirosa sea parte de nuestra vida.