¿Quién Soy?Sample

¿Qué cosas identifica a un niño? Entre varias respuestas, un niño valora las cosas por sus apariencias, recuerdo que en mi niñez, en los cumpleaños solíamos ponernos de acuerdo para hacernos regalos “graciosos” (para los que hacían el regalo), y se trataba de un regalo de tamaño pequeño, pero valioso, metido en muchas cajas, una caja más grande que la otra, y el cumpleañero iba desenvolviendo y sacando siempre una caja más pequeña. En un primer momento, el cumpleañero muy sorprendido por el tamaño de la caja, deseaba conocer su contenido, pero poco a poco se iba decepcionando al ver que solo contenía una caja más chiquitita. Y el concepto era claro, el niño valoraba el regalo por el tamaño de la caja, no por su contenido.

Cuando somos creyentes inmaduros espiritualmente, también solemos estar pendientes de lo externo, de los pecados visibles, que son claros de identificar, pero no somos capaces de darnos cuenta de que los pecados internos, aquellos que ocurren en el alma y en el espíritu, son donde realmente se producen los externos. Dios nos quiere santificar en espíritu, alma y cuerpo, sin embargo, nos hacemos problema por los asuntos del cuerpo (carne), sexualidad, vicios, alcohol, forma de vestimenta, etc., ignorando que los pecados del interior traen consigo consecuencias más trágicas.

Cuando hablo de pecados del interior, me refiero al orgullo, arrogancia, rebeldía, incredulidad. Si en la iglesia hay personas soberbias liderando, no se les reprocha ese pecado, pero si hay algún asistente que fuma ya lo miramos de reojo. Las divisiones, la falta de fe, la ambición y el abuso de poder también son pecados, como la terquedad. La envidia es uno de los peores pecados de la Iglesia, especialmente entre los líderes, pero nunca lidiamos con eso. Nos enfocamos en la fornicación, el adulterio, la bebida y en la inasistencia a los programas, aun sabiendo que todos estos pecados están al mismo nivel.

Si miramos para adentro, hay otros pecados del espíritu, asuntos íntimos, son los pecados de la conciencia y la desobediencia a la voz interna del Espíritu. Nuestra obediencia a Dios no consiste solo en guardar los mandamientos escritos, sino en decirle sí de todo corazón a los impulsos del Espíritu que vive dentro nuestro.

🙏 Oración: - Padre Nuestro, Santísimo Señor, me doy cuenta de que mi mirada ha estado puesta en lo externo, y he desatendido las áreas íntimas de mi alma y espíritu, hasta acá, mi carácter no te reflejaba de una manera honorable, hoy te ruego me des convicción de aquellos pecados que están dentro esos que no se ven, de los que te pido me perdones, y comiences una transformación en mi ser.