Rey De CorazonesSample
Samuel trató de concienciar al pueblo sobre esta gran decisión que trascendería la historia de Israel, y advertirles acerca de los problemas que podía ocasionar la monarquía, así como los cambios desfavorables que conllevaría para ellos como nación: impuestos, desigualdad, trabajos forzosos, etc. Sin embargo, el pueblo fue terco en su deseo de tener un rey que los dirigiera y defendiera, sin ser conscientes que, en realidad, cualquiera que ocupara dicho cargo, debía estar bajo las órdenes y protección del único y verdadero rey de Israel: Dios.
Fue en esas condiciones en las que Dios escogió de entre su pueblo a un hombre que le representara, y que guiara a Israel en la dirección designada por Él. Saúl fue el hombre sobre el cual Dios puso su mirada para responder a la petición de su pueblo y tener un rey a quien seguir y servir.
Procedente de la tribu de Benjamín, la más pequeña de las tribus de Israel, Saúl reunía algunas de las características que podían satisfacer las necesidades humanas del pueblo de ser conducidos por un rey de apariencia fuerte y de actitud impávida. En un encuentro aparentemente fortuito, Saúl se encuentra con Samuel en un intento por encontrar a las asnas perdidas de su padre, Cis. Y es en el instante en que el profeta ve a Saúl, que reconoce en él el hombre que Dios había escogido para ser el primer rey de la nación de Israel. Aunque no conquistó a toda la nación en un primer momento, su actitud frente a los ataques enemigos y su paciencia por gobernar bajo el consentimiento de todo el pueblo, lograron convencer a los israelitas de que ese era el varón que Dios había escogido como rey, en respuesta a su petición.
En ese momento Saúl era un hombre totalmente distinto al rey malicioso que describe la Biblia, el que persiguió a David para matarlo sencillamente por envidia. En el momento en que Saúl entra en escena en la historia bíblica, era un agricultor que honraba a su padre, humilde, trabajador, que esperó con paciencia la aprobación del pueblo, confiando en que ya había recibido la aprobación de Dios.
Además, dice la Escritura, que el Espíritu de Dios venía sobre Saúl, por lo tanto, podemos afirmar que, en sus primeros días como rey, Saúl era no solo de palabras, sino de hechos, el ungido de Jehová. Fue la derrota a los amonitas la que le dio el último impulso para ser investido rey, esta vez con todo el pueblo de acuerdo. Israel, que hasta ese entonces había sido una nación de tribus autónomas, se unía para rendir cuentas a un gobierno central.
El comienzo de su reinado fue bastante sencillo, se cree que Saúl era de edad joven-adulta (35 años aproximadamente) porque la Biblia dice que tenía ya entonces un hijo adulto (Jonatán). El gobierno que estableció era bastante sobrio, con un mantenimiento asequible, y sin hacer grandes cambios en la estructura de gobierno ya establecida. Saúl gobernó en Israel alrededor de unos 40 años.
Saúl fue la primera opción de Dios para responder a la demanda del pueblo. Sabía lo que vendría, pero aun así, quiso darle una oportunidad. Dios cuenta con nuestro liderazgo en los lugares en los que podemos ser de influencia. Nos ha dado habilidades, dones y talentos que pueden ser útiles a la sociedad y a la Iglesia. A veces, nuestro liderazgo no será aprobado por todos, pero si buscamos, como Saúl, la aprobación de Dios, tarde o temprano, tendremos la aceptación de los demás. Pues Dios capacita a los que llama, y respalda a los que le siguen.
About this Plan
La instauración de la monarquía en Israel llegó en un momento crítico para el pueblo escogido por Dios. A través de este devocional podrás conocer las circunstancias en las cuales Dios escogió un hombre como rey para gobernar y guiar a su pueblo. También podrás observar, a través de Saúl, David y Salomón, cómo el gobierno de un pueblo, nunca prosperará verdaderamente si no es de la mano de Dios.
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