Rey De CorazonesSample
La primera victoria de David fue como ungido, pero sin ser aún coronado, tal y como había ocurrido con Saúl. Dios sabía que su pueblo no aceptaría (ni la primera vez, ni en esta segunda ocasión), un líder que no hubiera demostrado su valía y su empeño por defender a Israel. El pueblo requería ver, con sus propios ojos (sin saber, que ya había sido ungido), que David tenía la capacidad y el favor de Dios para empeñar tan considerable función. Por eso y por la forma en la que se dieron los hechos, el encuentro entre David y el filisteo Goliat preparó el terreno para la posterior aceptación del pueblo de su siguiente monarca.
A diferencia de Saúl, David no dirigió a Israel en combate, sino que se enfrentó solo a Goliat, un guerrero filisteo de unos tres metros de altura, cuya armadura pesaba unos 75 kilos. David acudió al lugar donde se hallaban sus hermanos, quienes sí formaban parte del ejército de Saúl, para llevarles provisiones, según el encargo de su padre Isaí. Es inevitable encontrar semejanzas entre este episodio y el que ocurrió cuando Saúl salió en busca de las asnas de su padre, llegando al encuentro de Samuel.
Curiosamente, el primer triunfo de David fue contra el pueblo que acabó con el reinado de Saúl, los filisteos. En ese momento, David se convirtió en un héroe popular, y se formalizó su puesto en la corte de manera permanente. Pasó a ser el jefe de la guardia del rey, y además, un gran amigo de Jonatán, el hijo primogénito de Saúl. A partir de ese momento, las victorias en batalla se empezaron a acumular a las espaldas de David, y por más que cada nuevo reto no era, sino una estrategia de Saúl por poner la vida de David en peligro, el joven salía ileso. Dios usó a Jonatán y la amistad que les unía para proteger a David en numerosas ocasiones, y el Espíritu de Dios que estaba en David lo llevaba de triunfo en triunfo, acrecentando el odio y la envidia del que todavía ocupaba el trono aunque sabía, según lo que Samuel le había dicho hacía tiempo, que Jehová lo había rechazado y que ya se había buscado a quien ocupara su lugar.
De ese modo, la vida de ambos monarcas se entreteje y es prácticamente imposible nombrar a uno sin recordar al otro. Lo curioso de la larga y tendida persecución de Saúl hacia David, es que fue, precisamente esa experiencia, la cual, por cierto, duró probablemente de cinco a ocho años, la que curtió el carácter de David y lo perfeccionó todavía más. El padecimiento y la huida constantes fortalecieron su alma, sin dejar de ser un hombre con debilidades, por supuesto. Muchos de los logros militares de David, ya como rey, se resumen en 2ª de Samuel 8, y siempre están relacionados con la obediencia del monarca y su solicitud a confiar en Dios. No hay evidencias de que David provocara ninguna de las guerras que ganó, mayoritariamente eran guerras defensivas. Los fracasos de David, fueron más notorios en el área personal que en la militar, tanto su práctica de la poligamia como su falta de firmeza con sus hijos le trajeron numerables disgustos y fracasos personales.
Cuando Dios levanta a una persona de liderazgo, pastorado o similar, podemos esperar confrontación contra su vida. Satanás desea destruir a los hijos de Dios, y sabe que derribando a quienes lideran, el pueblo es más vulnerable. Cuando el perro pastor se distrae, o es herido, las ovejas son vulnerables al ataque del lobo. David sabía lo que suponía defender las ovejas de su padre hasta la última consecuencia, y ese carácter llamó la atención de Dios para que con la misma actitud, defendiera al pueblo de Israel. Algo de lo que podemos aprender nosotros, como creyentes, es a confiar en Dios como lo hacía David, aunque peligre nuestra propia vida.
About this Plan
La instauración de la monarquía en Israel llegó en un momento crítico para el pueblo escogido por Dios. A través de este devocional podrás conocer las circunstancias en las cuales Dios escogió un hombre como rey para gobernar y guiar a su pueblo. También podrás observar, a través de Saúl, David y Salomón, cómo el gobierno de un pueblo, nunca prosperará verdaderamente si no es de la mano de Dios.
More