Testigos de la Verdad

Al considerar el significado de la Navidad y las razones por las que Dios envió a su Hijo a este mundo, debemos tener en cuenta la explicación de Jesús: "para dar testimonio de la verdad".

En Juan 18, Pilato desafía inmediatamente las palabras de Jesús, preguntando: "¿Qué es la verdad?". Pilato no es tan diferente de nuestro mundo actual. Muchos parecen confundidos cuando los cristianos decimos que conocemos la verdad. Puede ser una confusión genuina. Ante la variedad de creencias religiosas o espirituales en el mundo, todavía no saben por qué necesitamos a Jesús para tener una relación restaurada con Dios. O tal vez sea una confusión conveniente que la gente podría usar para esconderse de comprometerse a seguir a Jesús. Independientemente de cuál fuera la situación de Pilato, no impidió que Jesús declarara la verdad sobre Su identidad. Jesús dice con confianza que aquellos que aman la verdad lo escucharán.

Jesús caminó en la confianza y la libertad que proporciona la verdad, incluso cuando eso dio a Sus enemigos la oportunidad de atacarle. Al principio de Juan 18, Judas vio la oportunidad de explotar la proximidad que tenía con Jesús y condujo a un grupo de soldados al lugar donde el Maestro se había reunido tantas veces con Sus discípulos. Pero cuando los soldados preguntan por Jesús de Nazaret y oyen su respuesta firme y directa, caen al suelo. Jesús habla y el traidor, las antorchas, las linternas y las armas no tienen más remedio que inclinarse ante la verdad: "Yo soy".

La confianza de Jesús es aún más evidente en contraste con la de un discípulo. Pedro confía en su espada, llegando incluso a arrancarle la oreja a alguien. Y cuando su seguridad no parece garantizada por la verdad, la respuesta de Pedro es la negación: "No lo soy".

Como humanos, podemos entender el miedo de Pedro. El discípulo observa cómo el inquebrantable apego de Jesús a la verdad hace que su situación sea aún más peligrosa. Pero, ¿qué habría sido de nosotros (y de Pedro) si Jesús se hubiera dejado intimidar?

Para los que no creían, su testimonio de la verdad era motivo para condenarle a muerte. Pero, ¿cómo podía Él, para salvar su propia vida, negar la razón misma por la que había nacido? Prefirió vencer a la muerte enfrentándose a ella.

Ahora, los que han creído, los que han confiado en Jesús, encuentran una relación restaurada con Dios. Él proporciona una vida nueva, que los cristianos viven ahora para dar testimonio de la verdad, como Él lo hizo, incluso ante el rechazo o el peligro.

Reflexiona:

Cuando hablas de Jesús, ¿te sientes tentado de ser vago ante alguien que podría rechazarte?

Ahora que se acerca la Navidad, ¿estás dispuesto a dar testimonio de la verdad con valentía?

¿Qué podría ayudarte a aumentar tu confianza en la verdad?

Ora:

Señor, Tú dijiste "Yo soy", y en Tus palabras podemos descansar, sin temer a los gobernantes de este mundo. Ayúdanos a dar testimonio de Ti, seguros de que quienes aman la verdad te escucharán.

Leonardo Marques sirve en el Ministerio Universitario y en comunicaciones en Cru Brasil. Él y su esposa Carolina se conocieron mientras servían como líderes estudiantiles en la universidad y ahora son misioneros desde hace quince años. Son padres de Cléo, Elis y Davi.