Devocional Del Día | NoviembreSample

Ponlo a mi cuenta

Filemón 1:8-18

Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio;pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario. Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.

Pablo se encontraba preso en el momento de escribir esta carta a Filemón, él era un creyente reconocido por su amor y fe por Jesús, hospedaba a hermanos en la fe, servía a Dios. Pablo lo consideraba como un amigo, Filemón tenía un esclavo de nombre Onésimo, el cual le robó y huyó, eso pudo haber ocasionado en el corazón de él, un sentimiento de traición es por ello, por lo que Pablo aboga a favor de Onésimo para que nuevamente sea recibido en la casa de Filemón. Sinceramente, si Filemón se hubiera negado a recibirle nuevamente estaría en su derecho de hacerlo., sin embargo, Pablo le escribe diciéndole lo siguiente: Mientras estuve aquí en la cárcel, tuve un hijo, por así decirlo. Y aquí está él, llevando esta carta en la mano: ¡Onésimo! Antes te era inútil; ahora es útil para los dos. Te lo enviaré de regreso, si todavía me consideras un compañero de armas, dale la bienvenida como lo harías conmigo. Si dañó algo o te debe algo, apúntalo a mi cuenta.

Y lo anterior nos insta a reflexionar que cada uno de nosotros hemos sido llamados a perdonar y amar, así como Cristo nos ha amado.

Medita: ¿Estoy dispuesto a amar a los demás, así como Cristo me ha amado?