¡Está a la puerta!

Generalmente, no somos conscientes de la venida del Hijo de Dios, pues estamos más enfocados en la realidad que tenemos en frente que de la posibilidad de que Jesús pueda manifestarse en medio nuestro. Creemos más a lo que ven nuestros ojos, que a la eventualidad de que el Hijo de Dios pueda venir, y estamos cayendo en la trampa de los burladores.

Frente a una enfermedad, por lo general, creemos más al dolor que a la posibilidad de un milagro de sanidad. Creemos más a la atadura, a la opresión y a lo que opera en el mundo a nuestro alrededor, que a la libertad que Jesús nos ofrece. Aclaro que no es una crítica, es que el Señor nos está despertando, Dios está levantando a Su iglesia del adormecimiento, para que podamos entender que Jesús está a la puerta.

El Señor nos dice: No lo ignoren, no se sumen a los burladores. Éstos le refutan dónde está Jesús que dijo que iba a volver. ¿Dónde está la fe que tienes en el Hijo de Dios?

La primera venida de Cristo fue anunciada con señales: una estrella en el cielo en Oriente fue el aviso a los sabios, de que el Hijo de Dios había venido. Su llegada causó celos en el Rey Herodes, causó que ángeles se reunieran en los cielos y cantaran a una voz: ¡Hosanna al Hijo de Dios, Hosanna al Salvador del Mundo! Y fue por causa de estas señales, que el mundo supo que la redención y la posibilidad de salvación había llegado a la tierra.

Estas señales en los cielos y en la tierra anunciaron la llegada del Mesías sirviente, del Mesías redentor, del cordero que se debía inmolar. Entonces, ahora te pregunto: ¿Cómo crees tú que se anunciará la segunda venida del Hijo de Dios, que ya no vendrá como cordero que va al matadero, sino que vendrá en poder, majestad y gloria? Como dice Apocalipsis 1:7 “Todo ojo le verá”.