Empieza la fiesta - BachilleratoSample
Escrito por Kallie, 21 años, de Gate City, Virginia, EE.UU.
Cuando tenía 5 años, estaba en una tienda con mi mamá. Y mientras ella pagaba, yo estaba jugando con una cinta métrica en el mostrador. Estaba muy contenta mientras jugaba con ella. Finalmente, mi mamá terminó, vino, me agarró y yo salí de la tienda sosteniendo mi nuevo juguete. Estábamos a medio camino de casa cuando me di cuenta de que no habíamos pagado la cinta métrica que llevaba en la mano; la había robado sin querer. Por supuesto, mi yo de cinco años empezó a llorar y mi madre me tranquilizó diciéndome que todo estaba bien y nos fuimos a casa.
Aunque ahora que soy mayor esta es una historia divertida, se puede encontrar una verdad más profunda. Mi atención se desvió de mi mamá en la tienda. Ni siquiera me di cuenta de que había terminado de pagar o que estaba saliendo de ella. Sin embargo, mi mamá jamás se olvidó de mí, aun cuando mi atención estaba en otra parte. Esta es una estupenda historia para relacionarnos con el amor que Jesús ofrece. Hay momentos en la vida en que nuestros ojos se desvían de Jesús. Hay momentos en los que parece que el enemigo del que habla Jesús está ahí fuera intentando desviar nuestra atención, robar nuestra felicidad y llenar nuestras vidas de tristeza. Así como yo no tenía forma de pagar por la cinta métrica, soy incapaz de pagar el precio de mis pecados (o las maneras en que he fallado en lo que Dios dice que es mejor). Lo que no sabía era que lo robado ya estaba pagado. De hecho, mi mamá había pagado por la cinta métrica al momento de pagar. De la misma manera que mi mamá pagó intencionalmente por mi juguete, así Jesús pagó por nuestros pecados en la cruz. No le pedí a mi mamá que pagara por la cinta métrica, así como nosotros tampoco le pedimos a Jesús que muriera por nuestros pecados, pero lo hizo de todos modos por lo mucho que nos ama.
Es fácil olvidarse de las promesas que el Señor nos ha hecho. Dedica un tiempo esta semana y pídele al Señor que te revele dónde está actuando el enemigo en tu contra. ¡Ora para que el Señor te ayude a recordar la verdad de que Dios ya ha vencido cada situación que puedas enfrentar!
Scripture
About this Plan
¡A Jesús le gustaba la fiesta! Desde bodas hasta cenas, aprovechaba una buena fiesta para recordarnos a todos lo que más importaba. En esta serie devocional de 11 semanas, tendrás el desafío de ver los momentos ordinarios como oportunidades extraordinarias para traer más vida, alegría, esperanza y energía a su vida y al mundo que lo rodea.
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