Pulverizando los miedosSample
Hablando de miedos.
No es que yo sea un experto en la materia, pero recuerdo que cuando era niño tenía miedo a la oscuridad, a los perros, al viento (en especial cuando se formaban remolinos o mini tornados), a las tormentas, al fin del mundo, a que se murieran mis padres, a que mi mamá me pegara con un cinturón, entre otros. Luego, cuando fui creciendo, tenía miedo a la muerte, al fracaso, al futuro, a la soledad, a que se me olvidaran los boletos para entrar al estadio... Tengo que confesar que a veces tenía miedo en el trabajo cuando nos hablaban a la oficina de la jefa, o cuando nos citaban a una junta urgente cerca de la hora de la salida... Esperen, creo que sí soy una voz autorizada en la materia, quizá me merezca un doctorado honoris causa en miedos.
Naturalmente, los miedos de la infancia van quedando atrás a medida que uno crece. Obviamente, ya no temo a la oscuridad; me gusta observar los rayos en las tormentas, incluso hace unos meses logré captar unas fotos muy buenas; eventualmente he sido un aprendiz de encantador de perros, tanto que logré enseñar a saludar a un temible pitbull.
Pero, a medida que uno llega o se aproxima a la edad adulta, van surgiendo otros miedos que ya mencioné anteriormente. Son estos de los que quiero tratar en este viaje de unos días, y compartir algunas claves que me han ayudado a vencer esos miedos, lo cual ha sido con base a tener una relación personal con Dios y confiar en lo que Él ya ha dicho en Su palabra, donde hay miles de promesas, y muchas de ellas totalmente aplicables para superar los temores.
Una de mis favoritas se encuentra en Isaías 41:10, y dice así: "No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa" (NTV). El Dios que creó todo, sabe que somos propensos a tener miedo, pero nos anima a no temer, nos dice que siempre nos ayudará, y lo hace en verdad. Es así porque es un Dios que quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros para expresarnos Su amor y hacernos parte de Sus sueños...Wow no se tú, pero yo pienso que el hecho de que Dios se fije en cada individuo a pesar de ser un pequeñísimo punto en el universo infinito hace que me explote el cerebro, y que cada miedo quede pulverizado ante la grandeza, poder y amor de Dios.
Como dije, Dios nos hace parte de Sus sueños, así que no debemos permitir que los miedos nos detengan para cumplir el propósito y vivir la clase de vida que Él tiene pensada para nosotros. Así que, piensa en tus miedos actuales... ¿ya? ¿Alguno podría ser lo suficientemente grande para sostenerse ante el Dios que creó el universo, y que promete ayudarte, darte fuerzas y estar contigo siempre? Mi intuición me dice que ninguno. De cualquier modo, en los siguientes días, con la ayuda de Dios y Sus promesas, nos encargaremos echar abajo algunos miedos en particular.
¡Acompáñame!
Recordatorio: Dios quiere ayudarte a ser libre de los miedos que te detienen para alcanzar el potencial que Él ha puesto en ti... ¡Pon tu confianza en Él!
About this Plan
Todos hemos tenido miedo alguna vez. Esto puede ser normal, pero lo que no debemos aceptar como normal es que el miedo nos domine, nos detenga, o nos impida alcanzar los planes que Dios tiene para nosotros. En este plan de 7 días escribí sobre algunos miedos en particular y cómo poder vencerlos, con la ayuda de Dios, aplicando Sus principios y apropiándonos de promesas que Él ha dado.
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