El Viaje Del Ministerio JuvenilSample

Compañeros de viaje

Al momento de planear un viaje es de suma importancia la compañía ya que un buen compañero/a puede hacer del viaje un sueño o una pesadilla. En este viaje del ministerio juvenil hay un compañero primordial, el Espíritu Santo. Jesús, antes de volver al Padre, nos dio la promesa que dejaría al Consolador (Juan 14:26) que fue capaz de levantar a Jesús de los muertos, a dar valor a un grupo de discípulos para predicar el Evangelio por encima de las dificultades, hacer milagros a través de los que creían en Jesús y ¡hoy en día también se mueve de la misma manera!

Uno de nuestros valores, en Alpha, es la dependencia del Espíritu Santo, sabemos que sin Él todo lo que hacemos serían buenas intenciones. Lo mismo ocurre dentro del ministerio juvenil, el Espíritu de Dios es quien debe guiarnos a hacer las cosas, cada decisión que tomemos tiene que pasar por Su filtro.

Además del Espíritu Santo, debemos rodearnos de otras personas en nuestro viaje que compartan el mismo objetivo que nosotros, llevándonos a actuar como equipo. Me fascina ver lo que relata Marcos 2:1-5, donde cuatro amigos hicieron todo lo posible para llevar a su amigo paralítico frente a Jesús, hicieron todo lo que estuvo a su alcance atreviéndose aun a romper el techo para alcanzar su objetivo. Dentro del ministerio de jóvenes tenemos que alcanzar ser equipo con un objetivo: que las nuevas generaciones se encuentren con Jesús, y esto nos va a llevar a trabajar para este fin.

Quisiera hacer una salvedad, tener un objetivo común no quiere decir que todos pensemos y actuemos igual. Dios a cada uno nos hizo con diferentes dones, talentos, contextos y formas de ver la vida para que al unirnos podamos generar una sinergia. Pablo describe esta relación de equipo en Romanos 12:4-8, como un cuerpo que tiene diferentes partes y cada parte una función específica. Por eso, te invitamos a que exploren como equipo esas diferencias y en las diferencias complementarse para alcanzar el objetivo de llevar a las nuevas generaciones a conocer a Jesús.

Pregúntate hoy,
¿Está siendo el Espíritu Santo un protagonista dentro de nuestro ministerio de jóvenes?
¿Quiénes me están acompañando durante este viaje?