Soy Su hija libre

En Él no hay esclavitud. La esclavitud surge en la historia cuando personas tenían que trabajar todos los días, en condiciones precarias, sin paga mas allá de recibir comida, un lugar para dormir y con los mínimos recursos disponibles.

Ahora te pregunto, ¿te haz sentido fatigada, qué haces y vuelves a repetir, y no ves resultados? Dios nos ha llamado a libertad. Que vivas plena. Eso es lo que trae Su Espíritu, nos hace hijas libres.

Los hijos son partícipes de todo legítimamente. Son partícipes de todo lo que tiene el Padre. Inclusive no deben tener un protocolo de acceso, se acercan.

Te pregunto, ¿nuestros hijos o sobrinos deben ser de cierta manera para que los ames o los escuches? No.

De esa manera, y aún mayor, tenemos acceso al Padre. No permitas que nada te separe de Él, acércate a tu Padre. Nadie puede revelar esa relación mejor que el Espíritu mismo.

Mi oración de hoy:

Soy Tu hija, no quiero separarme de Ti. Soy cercana porque te has encargado de preparar un camino, y un lugar para llegar a Ti. Me acerco en confianza con plena certidumbre que soy Tu hija. Sana mi corazón, líbrame de toda esclavitud que no me permite ser y vivir como una hija libre. Mi alma está sujeta a Tu Amor, mi alma está libre gracias a Tu Amor.