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No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu MenteSample

No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu Mente

DAY 5 OF 6

La invitación de Dios siempre está en pie

Después de todos tus esfuerzos alimentados por la oración y la gracia para alejar al enemigo, piensa en lo qué pasa si le das un asiento en tu mesa de todos modos, si ha terminado Dios contigo, o estás descalificado para tener una relación con Él o para servirle. La respuesta simple es no. Cuando te arrepientes, Dios borra tus pecados. Dios te perdona y te limpia. Y Dios expulsa al diablo de tu mesa.

Sin embargo, incluso después que los confesamos, a menudo quedan dos consecuencias del pecado: la culpa y la vergüenza. La culpa te posiciona como responsable de los pecados y las deficiencias. Debes asumir la responsabilidad de las decisiones que tomas cuando esas decisiones no cumplen con la norma de Dios. La vergüenza, en cambio, es el sentimiento que te define por tu pecado y tus defectos. La vergüenza reconoce la culpa, pero entrelaza el pecado con tu identidad. La culpa dice: «Hice algo malo». La vergüenza dice: «Soy algo malo».

El camino para liberarse tanto de la culpa como de la vergüenza es la historia de la gracia de Dios. Muchos de nosotros caminamos con el peso de la culpa y la vergüenza. No tiene por qué ser así. Podemos tener la victoria. La gracia destruye la vergüenza. A través de la obra de Jesús en la cruz, la gracia de Dios cancela tu culpa espiritual y te libera. Tú puedes entrar en esa obra de gracia por medio del acto de arrepentimiento. El arrepentimiento no es algo negativo. Abre una puerta a través de la cual Dios viene a ti y hace por ti lo que ninguno de nosotros puede hacer por sí mismo.

Dios tomó nuestra culpa y la puso en su Hijo inocente y justo. Entonces Dios tomó la inocencia y la justicia de su Hijo y la puso a nuestra disposición. A todos los que se arrepienten, su culpa fue tomada por Jesús. Has sido hecho nuevo. Si pecas como cristiano, confiesas tu pecado para limpiar el aire en tu comunión con Dios. Gracias a la cruz, ya estás perdonado.

La gracia no solo anula la culpa y la vergüenza, sino que también nos redefine a ti y a mí. El mayor cambio de definición es de «fracasado» a «familia». Jesús quiere definirte por sus cicatrices. Debido a su sacrificio, eres un hijo o hija de Dios. Eres un beneficiario del abundante amor de Dios. Corre hacia Jesús, y niega al enemigo un asiento en tu mesa.

Incluso cuando somos infieles, Dios sigue siendo fiel. Si has vuelto a tu antigua forma de vida, de pecado, y te escondes de Dios, su invitación de una relación restaurada sigue en pie. Jesús nos restaura eliminando nuestra culpa y vergüenza y recordándonos nuestra identidad como amigo y miembro de la familia de Dios Todopoderoso. ¿Le amas? Si tu respuesta es afirmativa, Jesús procederá a tu restauración. El enemigo quiere que apartes tu mirada del Señor, pero si miras al Señor, tu rostro refleja la luz y el amor de Cristo, y nunca estarás cubierto de vergüenza. Jesús dice que estás perdonado. ¿Estás de acuerdo con Él?

Responder

¿De qué culpa necesitas arrepentirte? ¿De qué manera este arrepentimiento te trae la libertad?

¿Cómo te ve Jesús? ¿Cómo afecta esto a la forma en que te ves a ti mismo?

¿Cómo puede la libertad del perdón reflejar el amor de Cristo a otros que luchan con la culpa y la vergüenza?

Scripture

Day 4Day 6

About this Plan

No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu Mente

Todos luchamos por controlar nuestros pensamientos y hacerlos honorables y que glorifiquen a Dios. En este plan de lectura de seis días, basado en el libro de Louie Giglio, “No le des al enemigo un asiento en tu mesa” aprenderás a tomar autoridad sobre tus pensamientos y emociones, a través del poder que Dios nos ha dado para derrotar al enemigo.

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