YouVersion Logo
Search Icon

No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu MenteSample

No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu Mente

DAY 2 OF 6

Las tácticas del enemigo

Solo hace falta un momento para que el enemigo se cuele en la mesa que tu Pastor ha preparado para ti. De repente, ya no son solo tú y el Dios Todopoderoso en tu mesa. El enemigo sólo necesita la más pequeña grieta. Una pizca de oportunidad, la más pequeña ventana de duda o incertidumbre para comenzar a ganar la batalla por tu mente.

Lamentablemente, hemos llegado a aceptar como algo normal que el enemigo se siente en nuestra mesa. Ese es un gran problema. Le damos permiso cada vez que aceptamos la falsa narración de que no valemos mucho para Dios, o para cualquier otra persona. O nos cambiamos al otro punto de vista. Creemos que merecemos más, así que permitimos que la envidia, la codicia y la comparación distorsionen la identidad que Dios nos ha dado. Antes de que nos demos cuenta, hablamos como el diablo y pensamos los pensamientos que él quiere que tengamos.

Permitir que el enemigo tenga voz y voto en nuestras vidas no debe ser normal. En el nombre de Jesús, podemos rechazarlo a él y a sus caminos. El mismo Espíritu Santo que resucitó a Jesús de entre los muertos vive dentro de todos los que ponen su fe en Él como Salvador y Señor. Jesucristo ha roto el poder del pecado, y la invitación de Dios es que adoptemos una nueva mentalidad y forma de vida. En el nombre de Jesús no tenemos que dejar que la voz del enemigo controle nuestra forma de vivir. Podemos ganar la batalla por nuestras mentes. Gracias a Jesús, ya no somos esclavos. Somos libres. Estamos vivos. Somos hijos de Dios.

Creamos un gran problema cuando captamos solo la primera parte del salmo 23:4 (andar por el valle) pero optamos por no recordar lo que viene después (la promesa de Dios de estar con nosotros en medio de las dificultades). Cuando acampamos en el valle y nos quedamos allí, centrados en las dificultades o la persecución o la soledad, el enemigo nos incita a dudar de que Dios realmente se preocupe. Es entonces cuando oímos el sonido de un visitante no bienvenido que arrastra una silla a nuestra mesa con el Pastor. Al principio suele ser tranquilo. Incluso amistoso. Puede que no lo reconozcas cuando se sienta por primera vez. A menudo, parece estar de tu lado, prometiéndote un alivio aparentemente fácil de tus problemas (ver 2 Corintios 11:14). Tu enemigo utilizará cualquier astucia disponible para introducir sus pensamientos en tu mente (ver 1 Juan 2:16).

Sea cual sea la forma en que el diablo acceda a tu mesa, sus objetivos son siempre los mismos. Quiere acceder a tu mente para poder destruirte (ver Juan 8:44, 2 Timoteo 2:26 y 1 Pedro 5:8). Quiere matar tu relación con Dios y causar división entre tú y las personas que te cuidan. No puedes impedir que el diablo esté rondando, pero depende de ti evitar que se siente a tu mesa.

Si el enemigo ya está sentado en tu mesa, primero necesitas reconocer sus mentiras y reconocer su poder destructivo en tu vida. Luego necesitas saber que hay un Buen Pastor todopoderoso con una vara en una mano y un cayado en la otra. Con ese cayado, Él puede agarrarte y ponerte a salvo. Y con esa vara, Él puede aplastar al diablo (ver Salmos 23:4).

Responder

¿De qué manera has dado permiso al enemigo para sentarse a tu mesa?

¿Qué destrucción has visto que el diablo ha traído a tu vida o a la vida de alguien cercano a ti? ¿Qué tácticas ha utilizado?

¿Cómo has visto a Dios caminar contigo en los valles difíciles? ¿Cómo has visto su vara y su bastón en acción?

Scripture

Day 1Day 3

About this Plan

No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu Mente

Todos luchamos por controlar nuestros pensamientos y hacerlos honorables y que glorifiquen a Dios. En este plan de lectura de seis días, basado en el libro de Louie Giglio, “No le des al enemigo un asiento en tu mesa” aprenderás a tomar autoridad sobre tus pensamientos y emociones, a través del poder que Dios nos ha dado para derrotar al enemigo.

More