No Le Des Al Enemigo Un Asiento N Tu Mesa: Es Tiempo De Ganar La Batalla en Tu MenteSample

La batalla por tu mente

Esta es la verdad. Fuiste creado a la imagen de Dios. Fuiste llamado a la grandeza. Eres un hijo del Rey, y Dios quiere liberarte de todo lo que te impide avanzar. Es hora de que te tomes en serio el reclamar la victoria en la batalla por tu mente.

Es tiempo de ajuste. Examina sobria y francamente si le has dado al diablo un asiento en tu mesa. Jesús ha preparado una mesa para ti en presencia de tus enemigos (ver Salmo 23:5). La presión de la vida está a tu alrededor, pero Dios Todopoderoso te ha invitado a sentarte y a cenar. La cena te pertenece sólo a ti y a Dios. Cuando permites que el diablo se siente, comienza a devorar la vida abundante destinada a ti, y comienzas a dirigirte hacia el camino hacia el pecado y la muerte.

La muerte, en este sentido, es la muerte espiritual, no la condenación eterna para los creyentes, sino la destrucción de la estrecha relación que se supone que debes disfrutar plena y profundamente con Dios. Nada puede separarte del amor de Dios (ver Romanos 8:38-39), pero los seguidores de Cristo pueden distanciarse de Dios si así lo desean. Con el pecado en tu vida, pierdes tu paz, eficacia, la confianza y la alegría. Ciertamente no vives al máximo potencial que Dios te dio. Para complicar las cosas, tus propios pensamientos y sentimientos pueden combinarse con el pecado y la tentación en una espiral, un patrón dañino, en el que el enemigo utiliza tus propios deseos contra ti (ver Santiago 1:13-15).

Vivimos en un campo de batalla. Estamos estampados con la imagen de Dios y somos el objetivo del enemigo. Nuestro enemigo odia a Dios y quiere destruir todo lo que pueda reflejar la imagen de Dios. ¡Sé consciente de esto! Él va a tratar de iniciarte en el camino hacia la destrucción poniendo un pensamiento en tu mente contrario a lo mejor que Dios tiene para tu vida y dejando que te atraiga y se encone.

A pesar de la intención maliciosa del enemigo, no tengas miedo ni paranoia. Recuerda que «el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo» (1 Juan 4:4). Pero tampoco puedes ir por la vida con las anteojeras puestas. Tienes un enemigo real. Una de las formas más importantes que utiliza para hacer eso es con pensamientos incontrolados. Eso es lo que hay que detener.

Tú tienes la victoria en Cristo. Porque Jesús ya ha ganado la victoria sobre el pecado, tú también tienes acceso a esta victoria. El pecado, la tentación y una vida de malos pensamientos no deben sujetarte. El poder para vivir libremente viene de tu asociación cercana con Cristo y su victoria. La batalla se gana a causa de aquel que camina con nosotros a través de los valles oscuros y que se sienta a la mesa con nosotros cuando estamos rodeados de problemas.

En Cristo, eres una nueva creación. Eso es lo que la asociación con Jesús hace en nuestras vidas. La victoria comienza al sumergirse en esta verdad. Ya no eres un esclavo del pecado. Dios proveerá una salida. No tienes que darle al enemigo un asiento en tu mesa. Si eres tentado a pecar, Dios es fiel y a través del Espíritu Santo te proveerá una salida, aun cuando estés rodeado por la tentación. La mejor manera de evitar el pecado es centrarse en Cristo, no en el pecado.

Al vivir de cerca con Jesús, descubrirás que puedes confiar en Dios. Puedes mirar hacia atrás en tu vida y ver las veces que Él te libró del peligro. Mantén tus ojos en Cristo.

Responder

¿Cómo ha afectado el pecado a tu relación con Dios, siendo creyente?

¿Cómo has visto que Dios te ha dado la victoria sobre el pecado y la tentación?

¿Qué puedes hacer para mantener tus ojos en Cristo mientras te alejas del pecado?