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El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Sample

El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23

DAY 23 OF 31

Gracia que resbala y desliza

Phil King

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Efesios 2:8–9, (NVI)

Cuando era niño, me encantaban los deslizadores de agua. Ya sabes, son esas cosas que pones sobre la grama en un cálido día de verano y las empapas con la manguera del jardín. Sí, esas cosas. Para mí, los deslizadores de agua fueron una de las mejores cosas del verano. Una vez, justo cuando estaba por entrar de un salto en uno, el Espíritu Santo me habló de algo muy profundo. (¡Qué momento tan poco usual para compartir algo profundo!). Nunca olvidaré lo que me dijo: Phillip, ¿ves este deslizador de agua? Así es como se ve vivir en mi gracia.  Y tan pronto como Él lo dijo, la palabra “gracia” se convirtió en algo vivo para mí.

Entonces, ¿qué es lo que un deslizador de agua y la gracia de Dios tienen en común? Bueno, un deslizador de agua tiene la habilidad de transportarte de un lugar a otro con muy poco esfuerzo. Reduce la resistencia y la fricción, lo que te permite moverte en un estilo y dirección en los que no podrías hacerlo por ti mismo. La gracia de Dios es lo misma; tal como el antiguo himno dice: la gracia sublime es la que liberta “a un pecador como yo” de la realidad del pasado de haber sido un pecador a la realidad presente de ser salvo. Me traslada del estado de estar perdido al estado de ser hallado. Y al igual que un deslizador de agua, esto es lo sorprendente: yo no tengo nada que ver con eso. Yo que nunca he llegado a algo bueno por mis propias fuerzas. Más bien, al igual que cualquiera de nosotros podría atravesar el deslizador de agua sin esforzarse, ninguno de nosotros recibe la gracia de Dios a través de su propio mérito; ya se nos ha otorgado gratuitamente debido a los esfuerzos de su Hijo.

Hay tres principios básicos de un deslizador de agua que debemos aprender y que nos recuerdan cómo vivir en la gracia rebosante de Dios. Primero: nuestro corazón tiene que estar postrados. Nadie se sube a un deslizador de agua a menos que primero se ponga boca abajo. La próxima vez que estés cerca de un deslizador de agua, trata de recorrerlo mientras estás erguido. Sencillamente no va a funcionar. Para recibir la gracia de Dios primero debemos tener una actitud humilde en nuestro corazón. (Nota: al igual que los niños en un deslizador de agua, nosotros podemos ser humildes y estar llenos de gozo al mismo tiempo). El segundo principio del deslizador de agua es permanecer en el sendero que tenemos por delante. A veces, cuando damos un paso fuera de la voluntad de Dios y nos apartamos del camino que Él nos llamó a seguir, al igual que un recorrido sin éxito en un deslizador de agua, nosotros podemos terminar con terribles quemaduras por el césped. ¡Ay, qué dolor! Jesús no quiere que nosotros tengamos “quemaduras por el césped”; podemos y debemos quedarnos siempre con Él. Tercero, al igual que en un deslizador de agua, ¡vivir en la gracia rebosante de Dios es maravilloso, vivificante y muy divertido! Como hijos de Dios, qué gran privilegio es vivir en su gracia rebosante y disfrutarla.

ORACIÓN

Dios, estoy agradecido por tu gracia rebosante. Dame un corazón humilde para recibirla, ayúdame a permanecer en ella y a disfrutarla. Amén. ¡Gracias, Jesús!

PARA MEDITAR  

  • Pide al Espíritu Santo que te ayude a asumir la postura requerida para vivir en la gracia rebosante de Dios: un corazón humilde.  
  • Pide a Dios que te muestre cualquier decisión que tomes o direcciones a donde has ido donde tal vez te has salido del camino o has intentado seguir adelante en algo que no tiene la gracia rebosante de Dios.  
  • Pide a Dios que resalte las áreas donde su gracia abunda en tu vida y los planes específicos que Él tiene para ti.

Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Salmo 23:5

Day 22Day 24

About this Plan

El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23

Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.

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