El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Sample
La certeza de las promesas de Dios
Kyle Fox
Tendré cuidado de llevar una vida intachable; ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar. Salmo 101:2 (NTV)
La temperatura afuera estaba a 30 grados Fahrenheit, había un viento helado que advertía la llegada de un clima extremo, pero nosotros estábamos determinados a empezar en oración esta aventura. Nuestro corredor de bienes raíces había insertado el letrero de “se vende” en el jardín del frente; y se unió con mi esposa y conmigo mientras orábamos alrededor del letrero. Le dimos gracias a Dios por la bendición que había sido la casa para nosotros y le pedimos que hiciera de ella una bendición para la siguiente familia que la comprara.
Cuando entramos a la casa y tomé mi teléfono, un mensaje sorpresivo de Instagram me esperaba: “Mi esposa y yo conducíamos por el área en busca de casas a la venta y me pregunto si eras tú a quien vi orando en la acera”. No había visto a este hombre desde hacía muchos años, y por lo que él suponía, yo era el corredor de bienes raíces vendiendo la casa y no la persona que la puso a la venta. Su familia fue la primera en ir a ver la casa y pronto hicieron una oferta, la cual aceptamos.
Sin embargo, la aventura no terminó tan fácilmente. La mañana después de haber firmado el contrato, la temperatura descendió a los niveles más bajos de la historia. Durante los días siguientes, la posibilidad de nieve que ilusionaba a nuestros hijos se convirtió en una tormenta invernal devastadora. Nunca imaginé pedir al Señor que protegiera las tuberías para que no explotaran, en poco tiempo ni siquiera iban ser mías. Afortunadamente, el impacto de la tormenta sobre nuestra casa se limitó al exterior y se pudo reparar fácilmente.
Unos meses después, en nuestro décimo aniversario de casados, y con el corazón agradecido salimos de esa casa por última vez. Pero había un pequeño problema: no teníamos otra casa a donde ir.
En cuestión de días de haber trasladado todas nuestras pertenencias a una bodega, las historias sobre una escasez sin precedentes de casas empezaron a salir en los titulares de los periódicos nacionales. Fue repentinamente la época más complicada para comprar una casa. Lo que generalmente es un tiempo de emoción y expectativa se llenó de duda y de nostalgia. La familia que compró nuestra casa publicó una fotografía de su primera parrillada en mi patio en los medios sociales. Lo único que yo quería era irme a casa.
Sin embargo, mi esposa y yo seguimos manteniendo la esperanza de que la búsqueda de casas sería tan fácil como fue la venta de la nuestra, así que empezamos a buscar. Fuimos por distintos vecindarios, pasamos muchas horas en busca de parejas que estuvieran colocando letreros de “se vende”. Reaccionábamos rápidamente a cada notificación telefónica de la aplicación de bienes raíces, ansiosos de ver anuncios de casas recién puestas en venta, pero no hallábamos ninguna.
Durante el primer mes de estar buscando diariamente, mientras vivíamos con unos familiares, dos casas maravillosas estaban disponibles en nuestra área. En un mercado tan competitivo aprendimos duramente que no debíamos apegarnos emocionalmente muy rápido. Las dos veces, las ofertas superaron a las nuestras por cantidades descabelladas.
Clamé al Señor en oración: “¡Señor!”, estábamos seguros de haberte escuchado decir ‘ve’ cuando empezamos a ir por este camino. ¿A caso nos ves?”. Sentí que necesitaba decirle al Señor que pusiera atención, pero Él fue muy amable y gentil en su respuesta. Él dijo suavemente, ve a leer el salmo 101. Fue en el versículo dos que todo cambió: “Tendré cuidado de llevar una vida intachable; ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar”. En mi propio hogar; la respuesta y promesa reconfortante del Señor, incluso después de dar rienda suelta a mis emociones y de haber reclamado, fue una demostración de su bondad y de su amor constante.
El salmista David estaba seguro de la bondad y el amor del Señor cuando escribió: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días” (RVC). Él no dijo tal vez, si nos portamos lo suficientemente bien o si cumplimos con todos los requisitos. Él dijo: “ciertamente”. Sin lugar a duda. Definitivamente. No importa la tormenta. La bondad del Señor es firme y segura. Él también dijo: “todos los días de mi vida”, no solo los días buenos.
¿Estás enfrentando incertidumbre? Cuando tomamos un momento para hacer una pausa, un momento para dejar de correr hacia nuestro intento por lograr una solución, la bondad y la misericordia incontenibles de Dios nos invade y nos lleva a lo siguiente que Él tiene para nosotros. Durante las épocas de incertidumbre, la bondad y la misericordia de Dios se han convertido en mi paz, y yo sé que puedo confiar en Él, independientemente del resultado.
Para mi familia, el recorrido que empezó en un congelado invierno terminó en un caluroso verano. Mientras escribo esto, mis hijos están jugando en su nuevo jardín. La casa que el Señor nos trajo tiene todo lo que deseábamos y más. No porque seamos especiales, sino porque el bien y la misericordia nos siguen todos los días de nuestra vida.
ORACIÓN
Señor, gracias por tu bondad y misericordia permanentes. Guíame por medio de tu paz y tus promesas a pesar de las expectativas que yo tenga y la incertidumbre que pueda enfrentar. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- Agradece a Dios por tener un plan, incluso cuando nosotros no lo tenemos.
- Ablanda tu corazón para escuchar su voz por encima de las circunstancias.
- Sigue su paz y confía en sus promesas.
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. Salmo 23:6
About this Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
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