El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Sample
Lo abundante de la abundancia
Derek Dunn
“El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas”. Juan 10:10–11 (NBLA)
Cuando era niño, yo tenía una Biblia ilustrada. Todavía puedo verla mentalmente: colores brillantes y dibujos detallados; lo que hacía que las historias bíblicas y los pasajes sagrados, junto con los personajes y los escenarios, cobraran vida en mi joven corazón y en mi mente. Nunca lo olvidaré. Uno de mis recuerdos más apreciados incluye a mi madre leyéndome la Biblia antes de dormir. Entre todas las ilustraciones, la que marcó una impresión más grande en mí fue la imagen de Jesús cargando a una oveja. Esa es la primera vez que recuerdo haber pensado que Jesús es mi Salvador y mi Pastor.
Conforme fui creciendo, la imagen de Jesús como mi Pastor me llevó a una conclusión importante y curiosa: si Él es mi Pastor, entonces yo soy una oveja. ¿Una oveja? ¿En serio?
Esto es lo que aprendí sobre las ovejas: son lindas y lanudas. Son observaciones muy claras, ¿verdad? Sin embargo, también aprendí que las ovejas son vulnerables y no pueden cuidarse solas. Necesitan ayuda para levantarse cuando se caen. No tienen sentido de dirección ni manera de defenderse. Las ovejas son frágiles y no están diseñadas para llevar cargas pesadas. Son criaturas emocionales que responden al sonido de una voz conocida. Para decirlo más sencillamente: las ovejas tienen la gran necesidad de un pastor. ¿Te suena familiar?
No es de sorprenderse que la Biblia nos ilustre a nosotros como ovejas. En muchas formas, somos como esas criaturas tiernas, indefensas, y a veces, tercas; tenemos gran necesidad nuestro Pastor.
Basándose en la misma ilustración de la oveja y el pastor en el Salmo 23, Jesús comparte en Juan 10 que Él es el Buen Pastor que ha venido para dar vida abundante. En este pasaje, nosotros, el pueblo de Dios, representados por las ovejas, nos enfrentan a la amenaza inminente de un ladrón que nos ataca: nuestro enemigo. Nuestra única esperanza es que tengamos un Pastor que pueda rescatarnos del ataque. Sin embargo, en medio del peligro, vemos que Jesús hizo más de lo que generalmente se podría esperar de un pastor. Nuestro Pastor no vino solo a vigilarnos para que pudiéramos sobrevivir; Él es verdaderamente el Buen Pastor quien dio su vida para que nosotros pudiéramos crecer y prosperar.
Jesús conoce nuestras debilidades, y Él sabe que muchas veces perdemos la dirección, al igual que las ovejas. Sin embargo, en su compasión y bondad, Jesús todavía elige derramar su amor sobre nosotros y llevarnos a la riqueza de su presencia mientras caminamos diariamente con Él. Lo increíble es que nuestro Pastor no solo preserva nuestra vida, Él nos da vida abundante y próspera. Con Él, nosotros tenemos más que suficiente para salir adelante. Debido a que Él entregó completamente su vida por nosotros, podemos vivir plenamente en abundancia con Él.
ORACIÓN
Padre celestial, gracias por enviar a tu Hijo, Jesús, a ser el Pastor de mi vida. Estoy muy agradecido por que cubres todas mis necesidades de acuerdo con tu gran amor y tus riquezas en gloria. Ninguna riqueza ni tesoro en este mundo se compara con la protección, paz, provisión y vida abundante que tengo gracias a ti. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- Lee Juan 10:1-30 y observa la manera en que el pasaje revela el significado de Jesús como el Buen Pastor. Pide al Espíritu Santo que te guíe para confiar en la fortaleza y protección de nuestro Pastor.
- Toma un tiempo para reflexionar sobre las maneras en que has tenido abundancia debido a tu relación con Jesús.
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Salmo 23:5
About this Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
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