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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 161 OF 365

Los problemas no tienen la última palabra

George Matheson nació en Glasgow y era el mayor de ocho hermanos. De niño tenía ceguera parcial y al cumplir los veinte años quedó completamente ciego. Cuando su prometida supo que se había quedado ciego y que los médicos no podían hacer nada, le dijo que no era capaz de pasarse toda la vida con un hombre ciego; George nunca se casó. Recibía ayuda en su ministerio de una hermana suya muy entregada, la cual aprendió griego, latín y hebreo para ayudarlo en sus estudios. A pesar de su ceguera, Matheson hizo una brillante carrera en la Academia de Glasgow, la Universidad de Glasgow y el Seminario de la Iglesia de Escocia. Cuando tenía cuarenta años sucedió algo agridulce: su hermana se casó. No solo significaba que perdería su compañía, sino que también fue un vívido recordatorio de lo roto que estaba su corazón. En medio de su intensa tristeza, la noche anterior a la boda de su hermana, escribió uno de los más populares y amados himnos de la iglesia cristiana, «O Love That Wilt Not Let Me Go» (Oh amor que no me dejarás). Lo compuso en su totalidad en cinco minutos y nunca lo editó ni corrigió ni retocó y declaró: «Fue algo que me vino de lo alto como un día de primavera». *¡Oh! Gozo que al venir a mí quitaste todo mi dolor, tras la tormenta el arco iris vi, y ya el mañana yo lo sé, sin lágrimas será.* Los problemas son parte de la vida; Jesús se encontró con ellos, al igual que los apóstoles, David y todo el pueblo de Dios. Pero como expresa de una manera tan hermosa el himno de Matheson, *los problemas no tienen la última palabra*.

Salmos 71:19-24

1. Restaurado tras muchos problemas

Dios no promete un camino fácil y allanado; la vida puede ser extremadamente dura. El salmista ve «muchas desgracias y aflicciones» (v.20, DHH). Sus problemas, presiones y preocupaciones no eran ocasionales ni triviales, eran muy serios y numerosos. Te da un modelo de cómo responder en circunstancias así.

  • Sigue confiando

Es fácil confiar en Dios cuando las cosas van bien, el reto es seguir haciéndolo en medio de los problemas. No pares de creer en la bondad de Dios: «Tu justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos; ¡has hecho cosas tan maravillosas! ¿Quién se compara contigo, oh Dios?» (v.19).

  • Sigue esperando

Tus dificultades no durarán para siempre; en medio de ellas hay esperanza: «pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más» (vv.20b–21). Dios usará tus dificultades para bien y moldeará tu carácter mediante ellas. Como resultado, Él incrementará tu honra. Te confortará en medio de ellas para que tú puedas confortar a otros (2 Corintios 1:4).

  • Sigue alabando

A pesar de las dificultades, sigue alabando a Dios: «te alabaré con música de arpa, porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios. Te cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste» (Salmo 71:22–23). La presencia de Dios en la alabanza nos trae paz y consuelo, especialmente en los tiempos difíciles.

Señor, gracias porque aunque los problemas me parezcan demasiados y me resulten amargos, Tú prometes restaurar mi vida otra vez. Te alabo por Tu fidelidad.

Hechos 6:1-7:19

2. Rescatado de todos sus problemas

A veces se da la tentación de idealizar la vida de la iglesia primitiva, como si fuera una iglesia perfecta y no tuviera ningún tipo de problemas. Tenemos que leer el cuadro idílico de la iglesia de Hechos 2 con los eventos de Hechos 6 y, por supuesto, no olvidar todas las dificultades de Pablo descritas en sus epístolas. La iglesia primitiva tenía multitud de problemas. No te sorprendas de ninguno de los siguientes problemas cuando sucedan en la iglesia actual:

  • Quejas

Los buenos líderes son selectivos a la hora de elegir sus batallas. No se involucran en todo sino que se hacen responsables de todo. Los apóstoles tuvieron que responder una queja justificada, consistente en que «sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos» (Hechos 6:1). Pero necesitaban concentrarse en su misión principal, dedicándose a «la oración y al ministerio de la palabra» (v.4). La solución consistió, como suele ser el caso, en delegar con efectividad.

Los apóstoles resolvieron el problema separando a un grupo de personas para «servir las mesas» (v.2). Eligieron gente que estuvieran «llenos del Espíritu y de sabiduría» (v.3). Como resultado, se mantuvieron enfocados y «la palabra de Dios se difundía», y el número de discípulos se incrementó exponencialmente (v.7). Los buenos líderes delegan y liberan a los demás para practicar sus dones (recibidos de Dios) y ministerios.

  • Agitación

Un grupo de oponentes «agitaron al pueblo» (v.12) y «presentaron testigos falsos» (v.13). Tergiversaron las palabras de Esteban diciendo: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley» (vv.13).

  • Miedo al cambio

Parte de la opinión vino desde el miedo al cambio. Decían: «Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés» (v.14).

Se dieron cuenta de que no podían quitar los ojos de Esteban, cuyo «rostro se parecía al de un ángel» (v.15) mientras hacía su alegato de defensa. En él, recitó la historia del pueblo de Dios y citó partes de la historia particularmente relevantes para su propia situación. De José dijo: «Dios estaba con él y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría…» (7:9–10), así como Dios claramente se la estaba dando a Esteban (ver 6:10).

El rescate de Esteban solo le llegó durante el martirio cuando «vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios» (7:55) y fue rescatado para toda la eternidad.

Señor, enséñame a no desanimarme por los problemas sino por el contrario contrario, al igual que Esteban, a estar lleno de fe y del Espíritu Santo. Oro para que veamos la palabra de Dios diseminada y el número de Tus seguidores incrementados más y más cada día.

2 Samuel 15:13-16:14

3. Refresco en medio de los problemas

El propio hijo de David, Absalón, se volvió contra él, y le cuentan a David que «todos los israelitas se han puesto de parte de Absalón» (15:13). Tuvieron que ser unas noticias devastadoras para él. David, un gran hombre de Dios, un rey para el pueblo de Dios y un «arquetipo» de Cristo (de hecho un antepasado suyo) afrontó muchos problemas en su vida. Si te toca afrontar problemas de ese tipo en tu vida, que no te sorprendan o te hagan pensar que debes haber hecho algo mal. A veces, los problemas llegan simplemente porque estás haciendo algo bien.

  • Lágrimas

Vemos lo afectado que estaba David, el cual «subió al monte de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos» (v.30). Todos «subieron llorando» también (v.30); de hecho «todo el pueblo lloraba a gritos» (v.23).

  • Decepción

El hijo de David no solo estaba en su contra, sino que también Mefiboset le fue desleal aun cuando David se había desviado de su camino para ayudarlo. Se queda en Jerusalén porque piensa que «ahora la nación de Israel le va a devolver el reino de su abuelo» (16:3). ¡La deslealtad es siempre muy decepcionante!

  • Crítica

Simí profería insultos tirando piedras y maldiciendo a David. Sin embargo, David no busca venganza, sino que elige dejar el asunto en manos de Dios (vv.11–12).

  • Agotamiento

David «y quienes lo acompañaban llegaron agotados» (v.14). Cuando leemos todo lo que tuvo que pasar David, no es de sorprender que estuviera genuinamente «agotado».

La vida cristiana nunca está exenta de problemas, lágrimas, tristezas y decepciones. Pero lo que distingue al pueblo de Dios es su relación con Dios.

En medio de sus problemas, David ora así: «Señor, haz que fracasen los planes de Ajitofel» (15:31). Su oración fue contestada, pero no de la manera que esperaba. Ajitofel da un buen consejo, pero es rechazado. Así que Dios responde al espíritu de la oración (ver 17:14).

En medio de su agotamiento, David «descansó» (16:14). En palabras de The message: «Descansaron y fueron revividos» (v.14, MSG). A veces tienes que tomarte un descanso y refrescarte física, espiritual y emocionalmente. No se nos detalla la manera exacta en la que David lo hizo, pero si nos guiamos por los salmos, sabemos que fue mediante su relación íntima con Dios como encontró su reposo.

Sin duda, David se refrescó emocionalmente con la lealtad de sus amigos Sadoc (15:24 en adelante), Husay (v.37), Siba (16:1–4) e Itay, quienes le manifestaron: «Dondequiera que Su Majestad se encuentre, sea para vida o para muerte, allí también estará este servidor suyo» (15:21, DHH).

Señor, gracias porque no hay problema que depare esta vida del que no me rescates, en última instancia, con la vida eterna en Tu presencia. Gracias porque en medio de mis problemas, puedo orarte y ser refrescado por la presencia de Dios (Hechos 3:19).

Pippa Adds

Salmo 71:24

«Mi lengua dirá a todas horas que tú eres justo».

Hace cuatro años escribí lo siguiente: «He tratado de hablar con Dios de camino a la oficina de correos sobre las impresionantes cosas que Él ha hecho. Empecé bien, pero luego me distraje… aún estoy trabajando en lo de “a todas horas”», ¡y este año todavía no lo hago mejor!

References

Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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