Soy MadreSample

QUERIDA MADRE, SÍ PUEDES

Suena el despertador a las 7:10. Suena de nuevo a las 7:15. “¿Cómo se paraba esta cosa? ¿Por qué suena tan fuerte mi iPhone? Venga… levántate… que luego vas todo el día con prisas. Uff, NO puedo.” Ahí está. Aún no me he levantado de la cama y ya ha tomado lugar en mi cabeza el primer pensamiento negativo del día. Sobre todo, si ha sido una noche flamenca en la que mis hijos han requerido mis servicios de madre repetidas veces, el “NO PUEDO” se vuelve como un tatuaje escrito en mi frente que no se quita ni a base de café en vena.  

“If you’re tired, do it tired”, leí hace poco mientras navegaba en Pinterest. La traducción sería: “Si estás cansada, hazlo cansada.” La maternidad es una etapa de la vida que requiere mucha cafeína (jajaja, si pensabas que iba a decir algo muy sabio al comenzar esa frase, seguramente el final te ha sorprendido). 

Pero ahora en serio, lo malo del cansancio es que trae consigo pensamientos negativos y éstos, nos hunden y amargan nuestro corazón. A nadie le gusta tener un corazón amargado, por eso te doy dos consejos: en primer lugar, aprovecha todas las horas de sueño que tengas; si eso significa acostarse a las 21:45, prácticamente a la misma hora que tus hijos, pues ¡así sea! Todo con tal de que mañana te sientas más descansada. En segundo lugar, no permitas que los pensamientos negativos invadan tu cabeza. Atrápalos con la mano derecha según lleguen, como si se tratara de un mosquito pesado y lánzalos lejos, lo más lejos que puedas. HOY SÍ PUEDO. Cuando suene el despertador y pienses “No puedo,” lucha con el pensamiento y transfórmalo en un “SÍ PUEDO”.

La forma en la que nos hablamos a nosotras mismas define la actitud con la que afrontamos el día. Y la forma en la que nos hablamos proviene de los contenidos que consumimos. De las ideas e imágenes a las que dedicamos nuestro tiempo y dejamos que ocupen espacio en nuestro corazón. 

¿Estás consumiendo la Palabra de Dios? Él es el que te dice que te ama, que eres valiosa y fuerte, que si le buscas te llenará de los frutos de su Espíritu, que te dará fuerzas cuando no puedas más, que te hará volar como las águilas, que seas valiente, que está contigo cada día, en lo difícil, en las noches en vela. Él te acompaña con su Espíritu Santo cada día y te dice: ¡Venga, levanta, que SÍ PUEDES! Yo estoy contigo. Él es tu cheerleader personal. Sólo tienes que escucharle más a menudo y dejar que sus palabras calen hondo. Memorízalas. Escríbelas donde puedas leerlas a menudo. Subraya y vuelve al texto cuando lo necesites escuchar de nuevo. 

¿Recuerdas este versículo? “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.” Puede que hoy esté lloviendo fuera y no tengas ganas de nada, ni planes, ni fuerzas. Acude al Señor y pídele fuerzas y ganas. Dile que confías en él y que en el nombre de Jesús, SÍ vas a poder con este día. Porque Cristo te fortalece. Cristo está contigo en la cocina, mientras pones el lavaplatos cargando a tu bebé en la espalda. Cristo está dentro de ti, mientras das de mamar a tu bebé y le cantas una nana. Cristo está contigo cuando cambias el pañal por enésima vez. Cristo está contigo cuando tu adolescente no quiere ni mirarte a la cara. Cristo está contigo y junto a él, ¡TODO lo puedes! 

Repite conmigo: “HOY SÍ PUEDO PORQUE CRISTO QUE ME FORTALECE”