Construyendo Su Vida en La BibliaSample
Memoriza la Biblia
By Danny Saavedra
Un poquito de información sobre mí: nací y crecí en la iglesia y asistí a un colegio cristiano desde jardín de infantes hasta graduarme de la escuela secundaria. Seguramente, hay algunos de ustedes que crecieron como yo, que fueron criados en la iglesia o asistieron a colegios cristianos y puede que también hayan memorizado Escrituras en la escuela dominical o en la clase bíblica.
Tal vez hayan relacionado el memorizar las Escrituras con conseguir una buena calificación, pero ahora, espero mostrarles que la memorización tiene un impacto mayor de lo que imaginan. Si esa no ha sido tu experiencia, espero que lo que leas hoy, pueda mostrarte lo valioso, poderoso y verdaderamente transformador de vida es la memorización de las Escrituras.
¿Para qué memorizar las Escrituras? En el Salmo 119:11 (RV), David dice: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. En hebreo la palabra “guardado” es ṣāp̄antî. Y significa: “guardar, como uno guarda un tesoro, acaparar, acumular o reservar”. Cuando piensen en esta palabra, piensen en las ardillas, castores, o cuervos que juntan y guardan comida para los meses de invierno. Cuando empezaron los encierros por la pandemia del Coronavirus, recuerden la cantidad de personas que compraron 50.000 rollos de papel higiénico y barriles llenos de desinfectante de manos. La implicación de este vocablo, es el guardar algo muy valioso para los momentos en que se presente esa necesidad. Esto es parecido a poner dinero en una cuenta de ahorros, en ahorros para la salud médica o en fondos de retiro.
Amigos, cuando memorizamos las Escrituras, no solo estamos memorizando palabras de un libro, sino que es una manera de grabar, activar, buscar y santificar la voz de nuestro Creador y Redentor, en nuestra alma. Estamos así guardando el mayor tesoro del mundo en la bóveda de nuestra mente, reservando lo que Pedro llamó “las palabras de vida eterna” (Juan 6:68 RV), en el almacén de nuestro corazón.
Memorizar las Escrituras es un ejercicio por el cual almacenamos un arsenal de armas para uso espiritual; alimentamos al Espíritu Santo con combustible que trae a nuestra memoria la verdad en los momentos de necesidad, o de ministerio. La memorización nos prepara para la lucha contra el pecado (como lo dijo David), para dar consejo y para compartir el Evangelio, pero incluso va más allá.
Ven ustedes que cuando memorizamos las Escrituras, no solo estamos guardando alimento santo para mañana, sino que estamos escuchando y aprendiendo a identificar la voz de nuestro Buen Pastor. Jesús, en Juan 10:27 (RV) nos dice: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y me siguen”. ¿Quieres aprender a reconocer la voz de Jesús en tu vida para poder seguirlo desde cerca? ¡Memoriza las Escrituras! Pocas cosas serán más efectivas en rehacer y renovar tu mente, que el memorizar las Escrituras, guían nuestro pensamiento a imitar la mente de Cristo, es el modo que tiene el Espíritu Santo para asemejarnos a la mente de Cristo (1 Corintios 2:16, 2 Corintios 10:5, Filipenses 2:5, 4:7).
Anteriormente comparé la idea de guardar Su Palabra en nuestros corazones, a una cuenta de ahorro, pero la realidad es que, lo increíble de memorizar las Escrituras es que es, literalmente, como hacer un tremendo depósito en nuestra cuenta corriente y de ahorro que está inmediatamente disponible para nosotros. Así es que, volviendo a aquellos que aún recuerdan algunos de los versículos bíblicos que memorizaron en la escuela primaria o secundaria, piensen en esto, que en los momentos que ustedes menos lo esperen, luchas personales, incertidumbre, momentos en que necesiten confirmación en oración. Estoy seguro que en momentos en que han tenido el privilegio de compartir el Evangelio con alguien, el Espíritu Santo les ha traído más de un versículo que aprendieron en cuarto, sexto o décimo grado a la memoria. ¿Por qué? Porque están guardados en sus corazones.
Estoy muy agradecido de todos esos años de memorización de versículos, pues hoy en día poseo una riqueza de Escrituras que puedo recitar en casi cualquiera ocasión. ¡El Espíritu Santo trae el versículo perfecto a mi corazón en esos momentos, porque ya están guardados en mi mente!
About this Plan
En este plan de seis días, exploraremos la importancia de comprometerse con la Biblia y cuatro formas únicas de hacerlo. Aprende a leer, estudiar, memorizar y meditar en la Palabra de Dios y descubre lo transformadora que puede ser.
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