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"Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes." 1 Pedro 5:6-7 NTV

Hasta ahora hemos visto cómo trabaja la ansiedad y las preocupaciones en nuestra mente, corazón y por ende, en nuestra vida diaria; pero a la vez, hemos visto cuánto nos ama Dios, que está a nuestro lado, que él tiene el control de todas las cosas; que está la iglesia, nuestra comunidad de fe con quiénes contamos en momentos difíciles; que es importante revisar de vez en cuando nuestras prioridades y darle a Dios el primer lugar en nuestras vidas; que hay esperanza y promesas en Dios, que podemos recordar cada día; y que Dios nos dio la capacidad de alinear nuestros pensamientos a su voluntad, renovando nuestra mente y llenándola de pensamientos de bien, desechando los pensamientos negativos y tóxicos.

Pero no podemos terminar estos 6 días de devocional sin recordar el caso de José. Sí, el que fue vendido por sus hermanos que le tenían envidia por ser el favorito de su padre Jacob.

La historia de José, nos da esperanza en medio de temporadas difíciles que parecen no terminar. ¿Te ha pasado que una situación difícil y desafiante parece no tener un buen futuro? Solemos rendirnos y frustrarnos ante tales circunstancias, pero las promesas y planes de Dios para nuestra vida son siempre mayores.

Quisiéramos que todo ocurriera en el tiempo que nosotros esperamos o queremos, pero Dios sabe mejor que nosotros cuándo deben ocurrir o no ocurrir. Sus planes son de bien y no de mal para nosotros.

José después de ser traicionado y vendido por sus hermanos, siendo llevado a Egipto, habiendo sido encarcelado y padecido; Dios lo usó para interpretar los sueños de faraón y fue posicionado en Egipto como el segundo más importante después de faraón. Las palabras de José al reencontrarse después de muchos años con sus hermanos, los que lo habían vendido como esclavo, fueron: "Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente." Génesis 50:20 NVI

Dios puede transformar una situación de mal, en un bien para nuestras vidas y así darle incluso un propósito a los sufrimientos de esta vida. Esto no significa que Dios nos haya enviado males, sino que consecuencias de nuestras malas decisiones y malas decisiones de terceros que puedan tener impactos colaterales en nuestras vidas o sucesos que simplemente son parte de la vida, como perder a un ser querido, son instancias que Dios puede usar y transformarlas en un bien.

El apóstol Pablo dijo: "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos." Romanos 8:28 NTV

Esto no es garantía de que cosas malas no vayan a ocurrirnos, sino que incluso los sucesos buenos y malos cooperan para bien en nuestras vidas bajo la voluntad de Dios. Podemos aprender a ver cada situación con propósito y bajo la perspectiva de Dios, por medio de sus promesas.

El apóstol Pablo nos aconseja: "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús." Filipenses 4:6-7 NTV

Gratitud por lo que tenemos sobre ansiedad por lo que no tenemos.

Hoy puedes venir a Dios en oración dondequiera estés y traer todo lo que te preocupa delante de él. Puedes decirle lo que necesitas y agradecer por lo que ya ha hecho. Por su gracia, por su amor, por la vida, por la salud, por el sustento, por tu familia, por tus hijos e hijas, por respirar, por el sol, por la naturaleza, por tus mascotas, por los alimentos, por el regalo del amor y la amistad, etc. ¿Por qué tienes que agradecer hoy?

Pablo nos agrega, que haciendo así, podrás experimentar la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento... ¿Has sentido una paz y tranquilidad en tu interior que no tiene sentido lógico? Pues así obra Dios en tu corazón y mente. Esa paz de Dios cuidará y guardará tu corazón y tu mente mientras vivas en Cristo Jesús.

Amén.