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"Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes." 1 Pedro 5:6-7 NTV

Preocupaciones y ansiedades son cada vez más constantes en todo el mundo y los índices de estrés siguen subiendo cada año. Esta pandemia mundial ha incrementado ataques de pánico y depresiones por el encierro y temores por la incertidumbre del futuro y aunque no estamos usando este devocional para abordarlo desde una perspectiva psicológica, sí lo estamos haciendo desde la perspectiva espiritual y bíblica, porque hay principios como los que ya hemos visto los 2 primeros días, que sin duda pueden contribuir a nuestro bienestar integral.

En nuestro pasaje bíblico, el apóstol Pedro está dando esperanza a los creyentes que son perseguidos, que su fe no es en vano, que lo que reciben de Dios es más grande que el sufrimiento, que lo porvenir le da sentido al padecer presente. Jesús nunca nos mintió, él nos dijo que en el mundo tendríamos aflicciones; Dios nunca dijo que no pasaríamos por valles ni por el fuego del horno como los jóvenes judíos en el libro del profeta Daniel, pero lo que siempre Dios nos ha prometido es estar con nosotros en medio de cada uno de esos momentos difíciles y desafiantes.

Esperanza se basa en promesas y promesas se basan en historia y testimonios, hechos pasados que respaldan lo que Dios habla. Dios nunca ha fallado y sus planes son perfectos para nuestras vidas. Esperanza alivia la sensación de incertidumbre del futuro, que aunque no tenemos control de lo porvenir, Dios sí lo tiene y si Dios está a cargo, podemos descansar en sus promesas.

"Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?" Números 23:19 NTV

Dios sí valida nuestras emociones, sensaciones y sentimientos, porque Él nos creó con ellas. Él cuida de nosotros. Sabe de nuestros temores más profundos y de las ansiedades que podamos estar pasando y nos invita a confiar en Él con el futuro.

"Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza." Jeremías 29:11 NTV

Quizás nuestros planes en la vida no están yendo como soñábamos o esperábamos, pero Dios nos dice que confiemos en Él y sus planes. Es tiempo de soltar la ilusión del control que pensamos tener. Sí, hay cosas que nos corresponden a nosotros, tareas en la vida que nosotros debemos desarrollar, estudiar, prepararnos, trabajar, educarnos, crecimiento personal y colectivo. Pero sobre todas esas áreas que no tenemos control, sobre las circunstancias externas a nosotros, debemos entregar el control a Dios y confiar en Él, viviendo de la esperanza de sus promesas que en amor y gracia nos ha dado.

"Jesús los miró fijamente y dijo: —Humanamente hablando, es imposible, pero no para Dios. Con Dios, todo es posible."  Marcos 10:27 NTV

Hagamos lo posible, que Dios hará lo imposible.