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"Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes." 1 Pedro 5:6-7 NTV

Recordemos que el contexto en que el apóstol Pedro escribe esta carta, es en un período de persecución sobre los seguidores de Jesús. Los creyentes estaban siendo dispersados, huyendo del imperio romano que los asediaba con peligro de muerte.

La palabra que usa Pedro en el original griego para "preocupaciones y ansiedad" es mérimna, que conlleva el sentido de "una parte siendo separada del todo" y esto es tan cierto en la ansiedad, que logra aislarnos de las personas que tenemos a nuestro alrededor y consigue que nos centremos en los temores del futuro, en las incertidumbres de lo que no tenemos control y el estrés de no estar logrando nuestros objetivos, por lo que también sentimos frustración.

Dios está contigo, pero además creó la Iglesia, comunidades de fe donde poder ser parte y tener personas a nuestro lado con quienes contar en cada momento y etapas de nuestra vida.

Está comprobado que somos seres sociales, diseñados para vivir en comunidad. Una de las armas del enemigo con las preocupaciones y ansiedades es mantenernos alejados y desconectados de las personas que realmente nos aman, nuestra familia, nuestros amigos y amigas, hijos o hijas, de la iglesia, etc. 

La palabra de Dios constantemente nos invita a vivir en comunidad, y es el modelo de la iglesia primitiva del primer siglo.

"Todos los que habían creído eran de un mismo sentir y de un mismo pensar. Ninguno reclamaba como suyo nada de lo que poseía, sino que todas las cosas las tenían en común." Hechos 4:32 RVC

Nuestro Creador nos diseñó para hacer vida juntos y no en solitario, nos necesitamos unos a otros para crecer y para sobrellevar las situaciones más difíciles de la vida, como la ansiedad y preocupaciones. Si logramos entender el poder de una comunidad, entenderemos el poder del complemento humano que Dios siempre quiso.

"Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, 5 el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros." Romanos 12:4-5 NTV

El apóstol Pablo usa el ejemplo del cuerpo humano para expresar la necesidad de la comunidad para contar con una red de apoyo y soporte constante. Si alguien está sufriendo, los demás deberán ayudar en contener el dolor.

"Si una parte sufre, las demás partes sufren con ella y, si a una parte se le da honra, todas las partes se alegran." 1 Corintios 12:26 NTV

No hagas vida en solitario.