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Mujeres De Fe

DAY 6 OF 10

Elisabet, la madre de Juan el Bautista

Llena de esperanza y del Espíritu Santo, Elisabet tiene mucho que enseñarnos en este estudio Bíblico. A pesar de las desilusiones que vivimos a diario, estamos invitadas a utilizar nuestra vida para la gloria de Dios, cada parte de ella. Acompáñame a conocer cómo Elisabet aprovechó su espacio para hacer lo que le correspondía con fe y alegría.

¡Bienvenida al estudio de Elisabet! Dispón tu corazón y tiempo a meditar en lo que Dios te quiere decir. Habrás leído unas porciones clave para el estudio de hoy, pero puedes leer todo el capítulo 1 de Lucas para lograr una perspectiva más completa. ¡Comencemos!

A partir de las lecturas ¿Qué información tenemos a cerca de Elisabet?

Los versículos mencionan que es una mujer bastante adulta, casada con un sacerdote llamado Zacarías y es descendiente de Aarón. Esto quiere decir que provenía de una familia de la fe, que servía a Dios. Muy probablemente su padre fue ministro, su esposo era ministro... ¿Y su hijo? No había hijo. Elisabet también era estéril y con su esposo igualmente avanzado en edad, las expectativas humanas no alcanzaban a imaginar a una posible descendencia.

Podemos decir entonces que esta pareja vivía una desilusión y cierta vergüenza social; al no tener hijos. Sin embargo, eso no impedía que se esforzaran en cumplir la Voluntad de Dios, leamos el versículo 6: 

Ambos eran rectos e intachables delante de Dios, obedecían TODOS los mandamientos y preceptos del Señor.

El escritor los describe como intachables, que ¡cumplían las ordenanzas del Señor! Qué bueno y agradable debe ser hacer la voluntad de Dios de la mano de  quien amas.

Ahora, conociendo un poco más el contexto de esta mujer de fe, empecemos a preguntarnos: ¿Qué podemos aprender de ella?

La vida de Elisabet solo se menciona en este capítulo de la Biblia y sus intervenciones verbales son solo TRES ¿Se imaginan? Vamos a analizarlas y aprender de ellas.

1. Reconocer al Señor cuando obra:

Elisabet sí oró por un hijo, lo comprobamos en la conversación entre Zacarías y el ángel (versículo 13) cuando este le dice: "ha sido escuchada tu oración". Seguramente ellos oraban diariamente por ese deseo en su corazón, y después de tanto tiempo, su oración es respondida. ¿Cuál es su reacción? El versículo 35 nos lo revela: 

«Esto —decía ella— es obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás». Lucas 1:25

Su esposo está mudo y ella se entera de que está embarazada ¿Cuál es la actitud de Elisabet? no reclama, no duda, no se queja. En cambio, reconoce el actuar de Dios y se alegra. Qué bello es ver a Dios moverse, reconocer que es Él y llenarse de alegría.

Tarea #1 Mira a tu alrededor ¿Reconoces la obra de Dios? ¿Alcanzas a ver su bondad? ¡Reconoce la bondad Padre que te ama y alégrate por eso!

Si deseas anota eso que te alegra el corazón para no olvidar que siempre Dios obra, a su tiempo (mirar el versículo 20)

2. Bendecir al Señor:

Ha pasado ya un tiempo desde que Elisabet está embarazada y María, la madre de Jesús va a visitarla. Imaginemos la escena, una mujer anciana estéril está embarazada y pronto tendrá su hijo, su parienta va a visitarla. ¿Sobre qué creen que van a hablar?

Estudiemos esta segunda intervención de Elisabet:

A penas está llegando su parienta María cuando el bebé de Elisabet se llena de alegría y Elisabet es llena del Espíritu Santo. 

¿Qué hace Elisabet? ¡Bendice al Señor!

Ella comprende que lo importante es Jesús y no ella, que por más sorprendente que sea haber quedado embarazada en su vejez, ¡el primer lugar lo tendrá siempre el Señor y ella no desperdicia un segundo si no que aprovecha para adorarle!

Tarea #2 Ora pidiéndole a Dios que te permita bendecirlo y adorarlo cada día de tu vida, con dicha, con amor.

Te dejo un ejemplo de mi oración, recuerda leer las palabras de Elisabet en el versículo 42 

exclamó: —¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz!

Lucas 1:42

Padre, quiero bendecirte con mi boca en todo tiempo, quiero aprovechar el tiempo como lo hizo Elisabet y bendecirte desde el primer momento. Porque tú mereces la mejor adoración y yo cuento con la dicha de estar en tu presencia.

3. Obedece al Señor

Finalmente, Elisabet hace su tercera intervención, la Biblia no proporciona los detalles de cómo le informó Zacarías que su hijo debía llamarse Juan. Pero Lucas nos permite ver claramente la disposición que Elisabet muestra para cumplir la Voluntad de Dios ¿cómo?

Elisabet se opone a los que querían ponerle el nombre de Zacarías a su hijo, no porque no le guste o por mero capricho; en realidad es un acto que declara la entrega de su hijo para la obra del Señor.

Su madre se opuso. —¡No! —dijo ella—. Tiene que llamarse Juan.

Lucas 1:60 

En el antiguo testamento encontramos varios ejemplos de mujeres llaman a sus hijos de acuerdo a la situación que viven o sentimientos que tienen. Incluso Dios otorga nuevos nombres expresando la consagración a Él. Elisabet cumple la voluntad de Dios al nombrarlo Juan.

Tarea #3 Reflexiona: ¿Qué quiere Dios que le entregues completamente a él? ¿Puedes hacer hoy algo simbólico que signifique completa consagración a Él?

No necesitas hacer ningún ritual o algo demasiado complicado, puedes entregarle tu día, las cosas que vayas a hacer, entregarle tu semana, tu tiempo, tú vida, tú corazón.

Elisabet solo hace tres intervenciones en la Biblia y aportan tanto. Esto también nos lleva a preguntarnos: Si solo tuviéramos la oportunidad de hablar tres veces en una historia, la historia de tu vida: ¿Qué dirías tú?

¿Estamos usando correctamente esta habilidad de expresarnos? ¿Qué tanto de lo que decimos a diario realmente edifica?

Hay tanto que aprender de mujeres llenas de esperanza como Elisabet, te invito a que ores para utilizar tu vida, tus palabras, pensamientos y acciones para cumplir estos tres propósitos que Elisabet llevó a cabo:

Dios, Elisabet reconoció cuando tú obraste, permite que yo vea tu actuar en todo tiempo y me regocije contigo. Anhelo bendecir tu nombre en todo tiempo y estar llena de tu presencia cada día de mi vida, así como Elisabet estuvo llena del Espíritu Santo y no esperó un momento para bendecirte. Así mismo, papá, quiero cumplir tu voluntad y reflejarlo a otros, ayúdame a oponerme a lo que no es tu propósito tal como Elisabet insistió en el nombre de su hijo. Gracias Padre por hablar a mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.

¡Gracias por acompañarnos hoy también en este estudio de las mujeres de fe! Esperamos que te haya edificado mucho, Dios te bendiga.

Redactado por: Carol Peréz♬

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Mujeres De Fe

A través de este Plan de lectura de 10 días, dedicado para mujeres jóvenes, encontrarás inspiración en las historias de nueve mujeres que fueron usadas por Dios para cumplir diferentes propósitos. Por su fe y carácter fueron escogidas para formar parte de la misión salvífica de Jesús.

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