Dios guía con dulzuraSample

"No puedo en mis propias fuerzas..."

¿Alguna vez has pretendido salir adelante con tus propios esfuerzos, fingiendo que nada ni nadie puede controlar tus acciones? Bueno, déjame decirte que la gran mayoría hemos intentado seguir este camino alguna vez, pero la realidad es que nosotros pertenecemos a Cristo, por lo tanto, si lo excluimos de nuestros planes las consecuencias no serán nada buenas, y no porque Dios nos castigue (pues recordemos que Él nos dio la libertad de escoger nuestras propias decisiones) sino porque estaríamos tomando un rumbo basado en deseos mundanos.

Sin embargo, esto no significa que Dios excluya nuestras propias fuerzas, todo lo contrario, Él desea que cada uno de nosotros explotemos el potencial que llevamos dentro, y esta invitación la encontramos en Eclesiastés 9:10 “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas …”. En este caso la palabra <fuerzas> se refiere a ánimo, es decir, Dios anhela que todo lo que hagas, lo realices con el mayor entusiasmo y alegría posible.

Entonces … Si me estoy superando, y estoy usando todo mi potencial ¿Cuál vendría siendo el problema? El problema está cuando excluyes a Dios de todo el proceso (tu vida). Es parecido a cuando alguien da los materiales y las ideas para un trabajo, pero en el momento de la presentación no se menciona su nombre, ¿Cómo crees que se siente? 

Ahora, sabiendo que Dios nos da las bases, las ideas, los talentos, la vida ¿Cómo crees que se siente cuando lo excluimos de su propia creación? No significa que nos esté cobrando por todo lo que ha hecho, sino que Él quiere lo mejor para nosotros, y lo mejor lo encontramos en Él.

Si deseas que Dios guíe tu vida, primero debes reconocerlo como tu proveedor. Acepta que las fuerzas que ahora tienes te fueron dadas por Él y por nadie más. 

Dios te bendiga. 

Oración:

“Señor, gracias por todo lo que has hecho en mí. Ayúdame a reconocerte como mi proveedor, y a renovar mis fuerzas cada día en ti. En el Nombre de Jesús. Amén”