En La Brecha — La Paternidad CristianaSample

  

Día 5 — Dios entiende

Leer: Salmos 103:10–18

La relación de un padre con sus hijos no está basada en un contrato legal con las penalidades prescritas para las infracciones. Más bien, está enraizado en el pacto personal de Dios con sus propios hijos. De la misma manera que Dios no nos trata de la forma que merecen nuestras malas acciones, tampoco los padres tratan a sus hijos basados en la violación de sus reglas. La relación en familia está basada en misericordia, perdón y compasión.

Para enfatizar el alcance de estos tres aspectos complementarios de la relación de Dios con nosotros, el salmista ofrece tres comparaciones. La primera se refiere al espacio vertical: «como inmenso es el cielo sobre la tierra», tan grande es la misericordia de Dios (versículo 11 DHH). La segunda trasmite la idea del espacio horizontal: «como ha alejado del oriente el occidente», así de ancho es el perdón de Dios (versículo 12 DHH). Y la tercera expresa la profundidad del cuidado paterno: «tan tierno como un padre con sus hijos», tan profunda es la compasión de Dios para con nosotros (versículo 13 DHH).

El salmista continúa explicando que Dios no nos trata de acuerdo con estrictas reglas contractuales, porque conoce la fragilidad y brevedad de la existencia humana. Recuerda la narrativa de la creación de Génesis: «pues tierra eres y en tierra te convertirás» (versículo 14; Génesis 3:19 DHH). También evoca las palabras de Isaías: «la hierba se seca y la flor se marchita» (versículo 15; Isaías 40:7 DHH). Por el contrario, la misericordia de Dios abarca generación tras generación y su salvación se extiende a nuestros hijos y nietos (versículo 17) para aquellos de nosotros incorporados en la familia de Dios por medio de su pacto.

Reflexionar: ¿Cómo impactan la brevedad y la fragilidad de la vida humana en la manera como crío a mis hijos? 

Orar: Oh Dios, cuya misericordia no tiene fin, enséñame la fragilidad de mi propia existencia y la profundidad de tu compasión. Ayúdame a expresar tu perdón a mis hijos.