En La Brecha — La Paternidad CristianaSample

  

Día 4 — Las buenas cosas

Leer: Mateo 7:7–12

En todos los Evangelios, Jesús presenta a Dios como un Padre amoroso que desea hacer el bien para sus hijos. Como padres que tienen una preocupación casi ilimitada por sus hijos, Dios cuida de nosotros tan íntimamente que lo único que tenemos que hacer es acercarnos a él con nuestras necesidades. Cuando pedimos, buscamos y llamamos a la puerta, podremos tener confianza en que nuestro Dios nos responderá de la forma que él conoce mejor. (versículos 7–8). 

Las preguntas que Jesús hace a los padres que lo escuchan son importantes para examinar (versículos 9–10). ¿Les damos a nuestros hijos una piedra o una culebra cuando nos piden los elementos básicos de la vida? ¿Les damos a nuestros hijos una distracción cuando lo que nos piden es nuestra atención? ¿Les damos mercadería cuando nos piden sabiduría? Dios el Padre es el modelo de generosidad y discernimiento para determinar los buenos regalos para nuestros hijos. ¿Con qué frecuencia les damos a nuestros hijos lo mediocre cuando ellos necesitan lo mejor de nosotros? Aunque somos pecadores y Dios es perfecto en su amor para sus hijos, podemos aprender cómo darles a nuestros hijos buenos regalos a través de las sabias cualidades de crianza de nuestro Padre en el cielo. 

«Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes», (versículo 12 DHH). ¿Qué cosa valiosa hizo tu padre por ti? ¿Qué es lo desearías que tu padre hubiera hecho por ti pero que no hizo? Haz por tus hijos lo que deseabas que tus padres hicieran por ti. Todos fuimos criados por padres imperfectos y somos imperfectos de muchas maneras. Dios no espera perfección de nosotros, sino desea lo mejor que podamos dar a nuestros hijos cada día.

Reflexionar: ¿Qué es lo que puedo dar a los niños que los conduzca a la madurez espiritual y emocional óptimas? 

Orar: Padre celestial, que das buenas cosas a los que te piden, acude a mí mientras busco lo mejor para mi familia. Hazme generoso y exigente a medida que aprendo cómo dar buenos regalos a mis hijos.