Rapsodia de Realidades (Noviembre de 2018)Sample

  

  

12  Pastor Chris

HAZLO, PORQUE LO HA DICHO ÉL

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos (Santiago 1:22).

Los cristianos que han alcanzado madurez espiritual actúan siempre con prontitud ante las instrucciones de la Palabra. No tratan de cuestionar o racionalizar la exposición de la Palabra de Dios ni sus instrucciones; simplemente hacen lo que dice. Hacer la Palabra es donde realmente está la bendición. Tal como leemos en el versículo de inicio, son quienes hacen la Palabra los que agradan al Padre, no aquellos que son solamente oidores. Cuando se trate de la Palabra de Dios, se decidido y pronto a actuar. Hazlo, porque lo ha dicho el Señor.

En el Nuevo Testamento, Dios no tiene que convencernos de obedecer su voz o de hacer su Palabra, porque vivimos por ella. Vivimos la Palabra. Igual que Abraham, hemos llegado a confiar en Dios, porque lo conocemos a través de nuestra comunión con Él. Abraham es para nosotros un ejemplo de alguien que estimó grandemente las instrucciones de Dios. En Génesis 22:2, el Señor le dijo: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

Abraham no cuestionó una instrucción tan dura como ésta, sino que actuó en consecuencia. Abraham habría sacrificado a su hijo, de no ser porque el Señor le detuvo. Su motivación era bien simple: Dios mandó que lo hiciera, ¡y eso es todo lo que le importaba! Ésta debe ser siempre tu actitud hacia la Palabra de Dios. Tu propósito y tu deleite han de ser hacer siempre aquello que el Señor dice que hagas. Sus instrucciones podrán parecer desagradables o ilógicas, pero sé sabio y haz lo que Él dice. Recuerda que lo ‘insensato’ de Dios es más sabio que los hombres.

Si estás en el momento de tomar una decisión, y la Palabra de Dios te da una dirección diferente a la que te habías propuesto seguir, no endurezcas tu corazón. Haz la Palabra. La Palabra de Dios siempre te muestra el camino ‘más excelente’. Sométete por completo al señorío de la Palabra de Dios, y observa cómo ella moldeará, corregirá, transformará y posicionará tu vida para la grandeza; y tú darás cumplimiento a su destino para tu vida.

Oración

Querido Padre, tu Palabra es para mí es el más grande de todos los tesoros. Yo siempre me entregaré al Señorío de tu Palabra para que me moldee, me corrija y me transforme en esa personalidad gloriosa que me has llamado a ser, en el Nombre de Jesús. Amén.

Estudio Más Amplio:

2 Timoteo 3:16-17 

Hebreos 4:12