Haciendo Una DiferenciaMuestra

Declara tu singularidad

Además de estos puntos que hemos destacado, estos jóvenes nos enseñan que para hacer una diferencia, debemos estar cansados de ser normales y declarar nuestra singularidad. 

Vivimos en un mundo donde no pertenecemos y nos rodean diversas fuerzas e influencias que constantemente trabajan para atraer y conquistar nuestro corazón. Y muchas veces, sin darnos cuenta, comenzamos a adoptar costumbres, actitudes o perspectivas de la cultura que nos rodea al punto que encajamos lo más bien sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo. Sin embargo, debemos no vivir de acuerdo a los planteamientos y alineamientos de este siglo, si no descubrir la agradable y perfecta voluntad de Dios. Debemos no vivir de acuerdo a lo que vemos, sino de acuerdo a lo que creemos, o sea a lo que hemos aprendido y lo que Dios y Su Palabra nos enseña.

Debemos dejar de agradar a todos y decidirnos a encontrar nuestro lugar en el mundo en vez de un lugar en el mundo. Esto lo lograremos al cultivar nuestra relación con Dios y conocer a Dios así como Daniel, Azarías, Ananías y Misael Lo conocían y confiaban en Él.

Necesitamos avivar el fuego dentro de nosotros. Necesitamos descubrir nuestro don o talento y desarrollarlo a su máximo potencial y usarlos para declarar nuestra singularidad de este mundo, ser diferentes y hacer la diferencia que este mundo necesita.