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La expediciónMuestra

The Quest

DÍA 2 DE 7

Dios ya conoce tu corazón, ya puede leer tus pensamientos, y cuando ya hayas terminado el estudio puedes deshacerte de tu diario si quieres, o convertirlo en cenizas, pero desde ahora hasta ese momento, eres el tú real con el Maestro real del universo. Quieres algo más que respuestas. Quieres revelación, fuiste hecho para ella, y yo también.

¿Por qué querría Dios que el hombre se hiciera preguntas cuando Él ya tiene las respuestas? Quizá un día Él ofrecerá docenas de explicaciones, pero una y otra vez la Escritura sugiere esto: Dios, nuestro Hacedor, Redentor y Rey, quiere interacción con Su apreciada creación, aún con todas nuestras fragilidades, y dudas y fallas. Y no es solo interacción, quiere participación, quiere intimidad.

Contigo, no con quien tú deseas que fueras, o cómo actuaras si estuvieras frente a espectadores. Tú.

Lee Génesis 1:26-2:17 y 3:1-9, anotando, quizá marcando, cada verso que contenga las palabras que Dios habló directamente a Adán. ¿Qué pregunta hizo Dios en Génesis 3:9?

Ahora, intercambia puesto con Adán y deja que la interrogante divina caiga sobre ti. ¿Dónde estás? Tienes dónde ir pero cualquier ruta exacta a tu destino comienza con tu ubicación presente. En un diario, escríbele directamente a Dios describiendo en dónde estás en este momento de tu vida. Si estás en un lugar relativamente bueno, cuéntale acerca de eso. Cuéntalo de manera específica como lo harías con alguien a quien realmente le importas y se regocijaría contigo. Por otra parte, puede que estés en un lugar monótono o momentáneo, doloroso o solitario.

Describe a Dios dónde estás con completa libertad de expresión. Lo más probable estás en un lugar con matices que no se puede describir con un solo adjetivo. Cuéntale las complejidades.

Honestamente, quizá quieres preguntarle a Dios la misma pregunta: "Señor, ¿dónde estás Tú? ¿Dónde has estado recientemente?" O "¿Dónde estás cuando...?" Tal vez sabes la respuesta biblíca y teológicamente. Tu cabeza sabe las promesas de la Escritura que nunca te dejarán ni te desampararán, pero tu corazón se siente como que no se logra hallar en ningún lado. Puedes preguntarle de verdad dónde está, o si es con respecto a otro momento, dónde estaba.

Concluye tu diario hoy con el Salmo 139:7-10, bien sea tomando prestadas las palabras exactas del salmista o parafraseando sus expresiones con tus propias palabras
Día 1Día 3

Acerca de este Plan

The Quest

En este Plan de Lectura de siete días, Beth Moore usa preguntas de la Escritura para guiarte a la intimidad con El que te conoce mejor. El signo de puntuación torcido al final de una oración habla de curiosidad, interés y, quizás, duda. Una pregunta es una invitación a la vulnerabilidad, a intimidad. La Biblia no huye de tal invitación, una y otra vez vemos a la gente de Dios haciendo preguntas de su Creador. También vemos al Dios del universo haciendo preguntas de Su creación. La Expedición es un reto a aceptar esa invitación. Aprende a indagar en la Palabra para responder las preguntas de Dios y para traer preguntas ante Él. Deja que el signo torcido de puntuación sea el mapa que te apunte a una relación más cercana con el Padre.

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Queremos agradecer a Beth Moore y LifeWay Mujeres por proveer este Plan. Para más información, por favor, visita: https://lifewaymujeres.com/la-expedicion/