La expediciónMuestra
Es un caminar en el que estamos, así que, imagina estar en un viaje de mochila extendido con alguien en el que las reglas básicas fueron establecidas para libertad completa de conversación siempre que nadie hiciera ninguna pregunta. Puedes dejar secar tu lengua, pero no se permiten interrogantes, ni siquiera un simple, "¿Cómo estás?" O "¿Te está dando hambre?" Un intercambio de oraciones irán bien por un rato, pero tarde o temprano ya dejarán de hablarse, estarían simplemente escuchándose. Eso no es diálogo, es diatriba. Después de suficiente diatriba, incluso los mejores oyentes dejan de escuchar.
A no ser que la rutina nos haya aquietado al punto de andar sonámbulos, caminar con Dios será una expedición, y una expedición no lo es sin preguntas. El componente de inquisición no es más fascinante en una relación con Dios. Para principiantes, Él no nos responde audiblemente o nos escribe en el cielo como quisiéramos que hiciera cuando le hacemos una pregunta. Él, sin embargo, ha escrito en el rollo más respuestas de las que podemos absorber en el tiempo de una vida.
Hemos establecido cinco preguntas divinas que, si llegamos a responder, tienen el potencial para recalibrar y reavivar un caminar con Dios que se ha desviado, atrapado en un callejón sin salida o ha perdido fuerza o nuestro interés. Comienza hoy memorizando estas preguntas. Asiéntalas tanto en lo profundo de tu cerebro para que las escuches en tus sueños. Las primeras dos son hechas por Dios el Padre y las últimas tres son hechas por Jesús el Hijo. Algunas están abreviadas para facilitar la memorización.
¿DÓNDE estás? (Génesis 3:9)
¿QUIÉN te dijo eso? (Génesis 3:11)
¿QUÉ estás buscando? (Juan 1:38)
¿POR QUÉ tienes miedo? (Mateo 8:26)
¿CUÁNTO más...? (Lucas 11:13)*
Aunque encontrarás numerosas interrogantes adicionales en el camino por venir, contestar estas cinco establecerá una base que podrás revisar una y otra vez para reflexión y evaluación.
Tus próximos días estarán dedicados a estas preguntas. Este es el asunto.
Los efectos de esta excursión no excederán tu honestidad, serán profundos proporcional a cómo eres sincero. Nada está restringido, excepto la deshonestidad.
Va a romperle los tobillos a tu caminar de Dios
Acerca de este Plan
En este Plan de Lectura de siete días, Beth Moore usa preguntas de la Escritura para guiarte a la intimidad con El que te conoce mejor. El signo de puntuación torcido al final de una oración habla de curiosidad, interés y, quizás, duda. Una pregunta es una invitación a la vulnerabilidad, a intimidad. La Biblia no huye de tal invitación, una y otra vez vemos a la gente de Dios haciendo preguntas de su Creador. También vemos al Dios del universo haciendo preguntas de Su creación. La Expedición es un reto a aceptar esa invitación. Aprende a indagar en la Palabra para responder las preguntas de Dios y para traer preguntas ante Él. Deja que el signo torcido de puntuación sea el mapa que te apunte a una relación más cercana con el Padre.
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