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Un Testigo que Brilla
Uno de los recuerdos más dolorosos que me queda de la secundaria es la vez que les rogué a mis padres que me llevaran a un juego de baloncesto y los abandoné de inmediato cuando llegamos a la entrada. Muchas esposas pueden contar historias sobre cuando el esposo la llevó a una reunión con los compañeros de trabajo y una vez ahí la dejó abandonada. Mientras él va por ahí sólo, la esposa se pregunta si se avergüenza de ella.
¿Le sorprende saber que Dios se pregunta si usted manifiesta que está orgulloso de él en la forma de hablar y los lugares a los que va? ¿Las personas que lo rodean pueden percibir que usted es un hijo de Dios, un sacerdote real y un heredero del cielo?
San Pablo fue un desastre espiritual hasta que lo rescató el llamado del Salvador. Se convirtió en un hombre diferente: “Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).
¿Está orgulloso de Dios? ¿Necesita un poco de ánimo? ¿Está listo? Vamos.
Uno de los recuerdos más dolorosos que me queda de la secundaria es la vez que les rogué a mis padres que me llevaran a un juego de baloncesto y los abandoné de inmediato cuando llegamos a la entrada. Muchas esposas pueden contar historias sobre cuando el esposo la llevó a una reunión con los compañeros de trabajo y una vez ahí la dejó abandonada. Mientras él va por ahí sólo, la esposa se pregunta si se avergüenza de ella.
¿Le sorprende saber que Dios se pregunta si usted manifiesta que está orgulloso de él en la forma de hablar y los lugares a los que va? ¿Las personas que lo rodean pueden percibir que usted es un hijo de Dios, un sacerdote real y un heredero del cielo?
San Pablo fue un desastre espiritual hasta que lo rescató el llamado del Salvador. Se convirtió en un hombre diferente: “Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).
¿Está orgulloso de Dios? ¿Necesita un poco de ánimo? ¿Está listo? Vamos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Somos cristianos porque Dios nos escogió; decidió amarnos a pesar de nuestro pecado; envió a Jesús para vivir, morir, y resucitar, para nuestro perdón. Pertenecer a Dios implica cambio en nuestros caminos pecaminosos. Este plan de lectura le ayudará a hacer esos cambios en su comportamiento y en su vida, para que así brille como las estrellas.
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Nos gustaría agradecer a Time Of Grace por proveer este plan. Para más información, por favor visite: www.timegrace.org
