Sentirse mejor: Devociones de Tiempo de Gracia Muestra

Mi Corazón: Estoy enojado todo el tiempo Usted sabe, por supuesto, que hay grupos de apoyo para los abusadores, al igual que existen para los alcohólicos. Los Agresores Anónimos han hecho grandes cosas para ayudar a las personas propensas a la violencia, para que crezcan en el don del autocontrol. Pero no hay que ser físicamente violento para tener un problema de ira. Las personas que están persistentemente enojadas también agreden verbalmente a los otros, y es probable que se agredan interiormente ellas mismas cada día. La ira es sembrada por Satanás, cuya ira contra Dios va en aumento con el paso de los días. La ira es pura emoción, y como tal, a menudo ni siquiera necesita una razón. Durante los disturbios de Milwaukee en 1967, John Tucker Oraa cargó su escopeta calibre 12 y la descargó varias veces sobre la calle. Semanas después, cuando le preguntaron por qué lo había hecho, respondió: “no lo sé”. “Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo, porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra” (Salmo 37:8,9). ¿Sabía usted que por medio del Espíritu del Señor, tiene el poder de dejar ir el enojo?Mi Corazón: Estoy enojado todo el tiempo Usted sabe, por supuesto, que hay grupos de apoyo para los abusadores, al igual que existen para los alcohólicos. Los Agresores Anónimos han hecho grandes cosas para ayudar a las personas propensas a la violencia, para que crezcan en el don del autocontrol. Pero no hay que ser físicamente violento para tener un problema de ira. Las personas que están persistentemente enojadas también agreden verbalmente a los otros, y es probable que se agredan interiormente ellas mismas cada día. La ira es sembrada por Satanás, cuya ira contra Dios va en aumento con el paso de los días. La ira es pura emoción, y como tal, a menudo ni siquiera necesita una razón. Durante los disturbios de Milwaukee en 1967, John Tucker Oraa cargó su escopeta calibre 12 y la descargó varias veces sobre la calle. Semanas después, cuando le preguntaron por qué lo había hecho, respondió: “no lo sé”. “Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo, porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra” (Salmo 37:8,9). ¿Sabía usted que por medio del Espíritu del Señor, tiene el poder de dejar ir el enojo?