Grief Bites: Un nuevo enfoque para crecer a través del dolorEjemplo

A veces, cuando pasamos por una experiencia de dolor, hay una necesidad de perdonar a aquellos que nos han herido u ofendido.

El perdón y la misericordia son tan importantes en tiempos de dolor porque si no perdonamos, elegimos desobedecer a Dios voluntariamente.

No siempre es fácil perdonar. Cuanto mayor es la ofensa, más difícil es.

Pero, cuando elegimos perdonar a otros, encontramos restauración para nuestros propios corazones.

La Biblia nos dice que tengamos cuidado de no amargarnos. La amargura devora nuestra propia alma cuando nos negamos a perdonar. La falta de perdón nos perjudica a nosotros mismos y a todos a nuestro alrededor.

El perdón NO es condonar el mal comportamiento de otra persona o excusar el mal que hizo, y no significa que tontamente nos arrojemos a una mala situación. El perdón es simplemente una cortesía amorosa que extendemos a los demás porque Dios nos extiende ese mismo amor y cortesía. Es liberarnos de ese sentimos negativo y depositarlo en el altar de Dios confiando que el lo solucionará.

Dios muestra la importancia de perdonar a los demás en Job 42. Creo que es interesante que Dios escogió bendecir a Job solo DESPUÉS de que Job escogió perdonar a sus amigos e intercedió por ellos en oración. Ese es el momento exacto en que Dios restauró a Job y le dio una doble porción de favor.

Busca el corazón de Dios hoy. Comparte con Él cómo otros te han herido. Pídele que te dé un corazón de perdón, gracia y misericordia. Elige perdonar a aquellos que te han herido u ofendido y luego intercede por ellos en oración. Ve más allá y pídele que bendiga la vida de tu ofensor. Dios tiene el poder de sanar tus heridas y convertir tu corazón roto en alegría. Él tiene la capacidad de darte la medida extra de gracia que necesitas para perdonar a los demás. El perdón abre la puerta a la alegría, la sanación y la renovación. Pide a Dios que te ayude a perdonar a otros hoy.